The Tangent
The Music That
Died Alone
Inside Out
Suele pensarse que la unión de diferentes músicos
(cada uno de reconocida trayectoria) en un proyecto en común debe generar
inevitablemente un trabajo pretencioso y con escondidos fines meramente ¨comerciales¨.
El gran guitarrista Roine Stolte (The Flower Kings) tiene una gran experiencia
en esto de formar parte de súper-grupos en los que la característica principal
fue siempre exactamente lo contrario. Y The Tangent no escapa a esta regla, ya
que con Andy Tillison en teclados y
voces y Sam Baine (ambos de Parallel/90 Degrees) en piano, sus compañeros de
The Flower Kings, Jonas Reingold en bajo y Zoltan Csörsz en batería, el ex Van
Der Graaf Generator David Jackson en saxo y flauta y Guy Manning en guitarras acústicas,
mandolín y voces, lograron plasmar en poco más de cuarenta y ocho minutos una
verdadera síntesis de los que significa esa expresión muchas veces
menospreciada, llamada ¨rock progresivo¨. Si hay una definición clara de lo
que representa ésta se encuentra en ¨The Music That Died Alone¨ , un
estupendo trabajo con todos los condimentos típicos del género: excelente
instrumentación, buenos arreglos, cortes, cambios de ritmo, sutiles toques de
jazz, musicalidad (ese condimento muchas veces olvidado a la hora de emprender
extensas composiciones), buenas melodías y precisos arreglos vocales. Todo
condimentado con un sonido moderno pero que no abusa en lo absoluto de las técnicas,
dando al disco en general un agradable aire sonoro vinculado a la gloriosa música
de los setenta. Las intervenciones de cada uno de los integrantes de la banda
son precisas, y apuntan exclusivamente la calidad grupal del trabajo. Así es
que con creatividad, medidos elementos tímbricos, con mucha música y muy buen
gusto, Stolte, Jackson (imperdible en sus intervenciones en donde se perciben
armonizaciones a lo Van Der Graaf) y compañía logran uno de los mejores discos
de rock progresivo que nos ofreció el 2003.