Jinetes Negros

Tawa Sarira

Viajero Inmóvil Records -  2013

Por Hugo Lagar

Repertorio: Tawa Sarira (Intro) – Juez de los Malos – Corazón y Naranjas – Canción del Océano – Suene Tu Milagro – Shawarma – Amada Inmortal – Luna de India – El Eterno Retorno – Esas Trampas – Las Cuatro Verdades – El Velo – Purgatorio – A Los Ojos Bellos – Tawa Sarira (Outro).

Músicos: Alex Yamashiro (Bajo) – Eduardo Penney (Guitarra + Coros) – Marcelo Ezcurra (Voz + Guitarra) – Octavio Stampalia (Teclados + Coros) & Ricardo Penney (Batería + Coros).

Invitados: Carlos Flores (Vientos) – Marcelo Marcellini (Bandoneón) – Daniela Quintero (Coros) & Camila Maya Ezcurra (Locución).

Con más de una década de existencia, tres álbumes en estudio previos, colaboraciones para proyectos del sello  discográfico Musea y algunos cambios en la integración, nuestros “Jinetes Negros” arrancan el año 2013 con la edición de este nuevo y cuarto álbum de estudio, disponible desde el mes de Febrero, con la producción ejecutiva y vía Viajero Inmóvil Records. A más de un mes de su publicación, “Tawa Sarira” va cosechando elogios en programas radiales, portales web, blogs especializados y -principalmente- entre el público que lo va descubriendo a medida de su difusión, recibiendo buena vibra desde lugares tan distantes como Eslovaquia. Para un auditorio más bien amplio, el álbum se presenta como toda una “gran revelación”; mientras que quienes ya conocen o siguen a la banda renuevan sus votos de admiración,  después de un excelente “Omniem” (tercer álbum del grupo, editado por el sello italiano Mellow en el 2008) que impresionaba como “insuperable”.

“Tawa Sarira” (en castellano, puede traducirse como “cuarta dimensión” ó “cuarto estadío”[1]) ratifica y enriquece la musicalidad de la banda, a partir de sus características que cimentaron su estilo: rock sinfónico-progresivo clásico, instrumentalmente ejecutado en forma impecable y con orquestaciones junto a momentos de reminiscencia épica. Pero, sobre todo ello, un desempeño vocal (Marcelo Ezcurra) y acompañamiento/armonías/contrapuntos corales (Eduardo Penney, Ricardo Penney y Octavio Stampalia, junto a la invitada Daniela Quintero) que podría calificar de excelente, sobresaliente; haciendo de ello quizás su nota más distintiva, dentro de la escena prog local. Es, precisamente, ese protagonismo y tratamiento vocal/coral el que tiñe las canciones y las torna “heroicas”. No puedo destacar una por sobre otra canción como ejemplo de ese tratamiento y protagonismo vocal/coral pues se destaca a lo largo de toda la obra discográfica.

Las primeras escuchas del álbum nos brindan una cierta familiaridad porque Octavio Stampalia parece ser el clon de Rick Wakeman en el modo de tocar teclados (“Juez de los Malos”, fragmentos y solos en canciones como “Luna de India”, “Canción del Océano”, ”Amada Inmortal”, “El Eterno Retorno”, “Las Cuatro Verdades” ó “A Los Ojos Bellos” por citar algunos ejemplos)[2], ó el empleo de flautas y vientos [a cargo del invitado Carlos Flores] que aportan ciertas reminiscencias Jehtro Tull o -más cercanamente- Mostly Autumnn, para situar a los fans del progresivo. A nivel tratamiento, es estilísticamente llamativo y efectivo pero entiendo que estos elementos -además de fluir de la composición en sí- obran como una especie de “anzuelo” para capturar nuestra atención e introducirnos aún más en el álbum. Interesantes trabajos melódicos, riqueza tímbrica, cruza ó amalgamas de estilos, contados guiños al prog-metal y/o un estilo similar a Martin Barre (Jehtro Tull) en manos de los guitarristas Eduardo Penney y Marcelo Ezcurra. En líneas generales, vamos a escuchar un álbum de rock progresivo-sinfónico “clásico” antes que “neo”, con toda su impronta épica/heroica y, por momentos, la pomposidad que lo caracteriza. Se receptan e incluyen influencias de otros estilos, a los cuales las invitaciones de otros músicos (Carlos Flores y Marcelo Marcellini) contribuyen. Ciertos elementos de música árabe/musulmana e interesantes arreglos orquestales (¿influencia del contemporáneo “New Blood”, Peter Gabriel?) se advierten en “Shawarma” [Track 6]; una composición cuya música parte de Ricardo Penney y que Octavio Stampalia terminó “jinetizando” en arreglos. Una “exótica” amalgama de aires cuasi-pop, arreglos orquestales, prog (estilo Wakeman en el solo de teclados) y tangueros (por el bandoneón de Marcelo Marcellini y en el instrumental arreglo final) confluyen en una de las mejores canciones del álbum: “Amada Inmortal” [Track 7]; sin olvidar ese tratamiento vocal/coral heroico, épico, de epopeya. “Las Cuatro Verdades” [Track 11] es el único instrumental del álbum -que transita de calmos pasajes hacia secciones más dinámicas y considerando los coros como un instrumento más-. Ciertamente es como si en esta fusión de influencias –que, en lo personal, asocio con Alan Parsons Project, Jehtro Tull y Rick Wakeman- hubiera metido mano el mismísimo Alan Parsons, produciendo dicho tema. Increíble como las variadas influencias suelen entrecruzarse en estos temas, dando por resultado excelentes piezas.

Otra canción que se lleva “los laureles coronados de gloria” es “El Eterno Retorno” [Track 9], que muchos fans progresivos conocen por ser música de cortina de apertura del programa radial especializado “El Retorno del Gigante” [3]. Con imponente apertura coral, “El eterno…” es una muestra de la pomposidad progresiva muy en sintonía con “Los Mitos y Leyendas del Rey Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda” del maestro R. Wakeman [A&M, 1975], portando un trabajo de orquestaciones y destacados solos de guitarra (Eduardo Penney) y teclados (breve, por Octavio Stampalia). Creo no equivocarme si muchos fans la relacionan parcialmente y más precisamente con el primer tema de “Mitos…”: “Arthur”. [Aclaro: escribí “muestra” lo que no equivale a decir “una copia”].  

Momentos calmos, rodeados de romanticismo y melancolía, escucharán en la balada en piano “Suene Tu Milagro” [Track 5], de épicos arreglos corales y con orquestaciones, junto a un atinado y breve solo de guitarra. Elementos éstos que la tornan sublime, exquisita y de una sensibilidad encomiable. Por otro lado, lo más cercano a la música pop “orquestada” –con una alternancia de protagonismo vocal entre los miembros- podemos encontrar en “El Velo” [Track 12]. Bah! Seamos honestos: “pop negramente jinetizado”. También se incluye un tema que tuvo por destino originario un proyecto del sello Musea (Colossus), “Purgatorio” [Track 13], en versión español y la más “heavy metal” (por la labor de guitarras principalmente) del álbum que podemos escuchar. Una canción sorprendente, comprensiva de distintos momentos y heroica e impresionante labor vocal/coral, que ya transitó por su original registro en italiano y en vivo actualmente la cantan en ambos idiomas. Según Ricardo, fue una elección -entre el todo el material compuesto para las colaboraciones- que aparecieron entre medio de las composiciones para el álbum, pero que debieron modificar en parte ([4]).

El álbum cuenta con una particularidad (que también la he escuchado en obras de otros pocos artistas): breves piezas de introducción y cierre -duración: minuto y medio, promedio-, tituladas “Tawa Sarira” (Intro) [Track 1] y “Tawa Sarira” (Outro) [Track 15], respectivamente. Uno ya puede apreciar desde la “Intro” que -más allá de estilo- la faceta vocal/coral tiene capital importancia a lo largo de todo el álbum, en vez de erigirse como un mero detalle. La variante entre ambas breves piezas viene dada por el instrumental acompañamiento: mientras que la Intro cuenta con una base de guitarras acústica y teclados, la Outro reposa en una base de percusión electrónica, sobre la cual se desenvuelve. Líricamente, se reiteran en ambas piezas una frase cuya traducción es “Todos los seres de todas las partes del mundo sean felices y libres”, entendiéndola como un concepto de “búsqueda de paz y armonía universal” ([5]). Bonita forma de acceder y despedirse del álbum.

Otro dato interesante es que discográficamente “Tawa Sarira” incluye la participación de la actual formación oficial del grupo [leer nómina de músicos], procurando hacerlo sonar como es en la actual realidad de Jinetes Negros.[6] Alex Yamashiro (Bajo) y los hermanos Eduardo (Guitarra y coros) & Ricardo Penney (Batería y coros) son músicos todos de gran status profesional e intérpretes acordes a lo que se propone, sumándose a los ya históricos Marcelo Ezcurra y Octavio Stampalia ([7]). Y aquí -como es habitual en previa discografía- cuentan con músicos invitados que enriquecen la música de la banda, dos de los cuales (Daniela Quintero y Carlos Flores) ya registran participaciones previas en “Omniem” (2008).

Gustavo Bolasini, en su programa radial “El Retorno del Gigante”, se preguntó y les pregunto  si: ¿es una obra de concepto o historias sueltas, atadas de tal manera que queda como un relato de principio a fin? Stampalia sostiene que fue algo que se dio espontáneamente y que descubrieron -en cuanto un concepto- que se armó una vez que terminó la grabación y agregó: “…Quizás conscientemente no arrancó como una obra de concepto y a medida que avanzamos nos dimos cuenta que había un hilo conductor, había una historia que se podía conceptualizar” ([8]). Inclusive, en otra parte de la entrevista, comentó que fueron “Tawa Sarira” Intro y Outro las que despertaron la idea de que se cierre como un álbum conceptual. El área de la composición se presenta abierta entre los actuales miembros (se acredita co-autoría de Ricardo Penney en la música del Track 6, “Shawarma”); aún cuando mayormente siguen corriendo por cuenta de Osvaldo Stampalia y Marcelo Ezcurra.

El arte de tapa, contratapa e interiores es responsabilidad de Ricardo Penney, quien ya venía colaborando con la banda en esta área (se incluyen aquí rubros tales como gráfica, puesta en escena y lo visual en general) antes que ingrese como baterista y miembro pleno. El arte de tapa es distinguido y sobrio a la vez, con una ilustración en colores pasteles e información exacta. Ricardo plasmó las ideas grupales del “cuarto estadío”, donde plantea un escenario, un universo, un lugar donde conviven todas las cosas que no tienen nada que ver entre sí y, a la vez, forman partes de un mismo lugar; que cada tema -cada uno es distinto entre sí- tenga su entidad, su forma, conviviendo en un mismo y único universo ([9]).  No hay un libro interno; por lo que –como ya es costumbre en algunas ediciones- hay que acudir al web-site oficial de la banda para disponer de las letras y algunos datos más. En comparación, el arte e ilustración de tapa, la gráfica en general es lejos lo mejor que los Jinetes Negros han ofrecido hasta el momento. Es de esperar que el arte de tapa/gráfica contribuya y forme parte del diseño del escenario que irán a realizar en la subsiguiente presentación oficial del álbum.

“Tawa Sarira” tiene una (gran) virtud de todo álbum que se califique ó se sitúe como “Rock Progresivo”: a medida que las escuchas se suceden, uno va descubriendo arreglos instrumentales, partes, contrapuntos vocales, influencias de otras bandas y solistas (ciertos íconos en el arte de tapa y contratapa pueden ser una pista para ello; ó bien, son variados los estilos y la manera en que se disponen), nuevos matices, detalles y virtuosismo de los músicos en sus roles. Por otra parte, personalmente no creo en una apriorística calificación de “metal progresivo”, como puede leerse en varios web sites. Si uno presta atención a la trayectoria e -inclusive- el álbum mismo, concluye que Jinetes Negros es una banda que no concilia con los “rígidos” encasillamientos y se presenta versátil, abierta en cuanto a géneros y estilos respecta. Ya escribí: elementos de tango, pop, metal-progresivo, árabe/musulmán, étnico y, por supuesto, rock sinfónico.  Cualidad que, junto a un soberbio y excelente tratamiento vocal/coral, distingue al álbum y que lo aleja de los cánones acostumbrados del género.

Para concluir, afirmo que hay álbumes en el género progresivo-sinfónico que sobresalen en el área instrumental, priorizando  el virtuosismo o el nivel instrumental de sus músicos; pero sí hay otros (pocos) donde sobresalen tanto la faz instrumental como vocal/coral. Y éste es el caso de “Tawa Sarira”, donde la excelencia de sendos rubros así se advierte ni bien empieza. Es indudable la capacidad y protagonismo vocal de Marcelo Escurra (además de ocuparse de las guitarras) pero tanto sus tres compañeros –Octavio Stampalia, Eduardo y Ricardo Penney- como la coreuta invitada (Daniela Quintero) no se achican cuando tienen que hacerse cargo de los coros. Excelente álbum y una buena manera de empezar el año 2013 discográficamente en nuestro país. Ahora falta ver plasmada toda la obra en su presentación oficial, la cual -espero- no tarde en ser anunciada por sus protagonistas.

Hugo Lagar

Burzaco, Marzo 27 del 2013

 

FUENTES CONSULTADAS:

Bolasini, Gustavo. Entrevista a Jinetes Negros. En “El Retorno del Gigante” Radio Show. Emisión Nº 634, del 18 de Marzo del 2013. Se escucha todos los lunes en www.elretornodelgigante.com.ar/radioenvivo desde Marzo del 2013, 21:30 a 23:00 Hs.

Página Oficial del grupo: www.jinetesnegros.com.ar .

Surkan Felipe A. (Productor Ejecutivo, en su status de dueño de Viajero Inmóvil Records).

“Tawa Sarira”. Viajero Inmóvil Records, 2013 [Álbum & Ficha Técnica].



[1] En la entrevista telefónica realizada en vivo para la Emisión Nº 634 del programa radial “El Retorno del Gigante”, Octavio Stampalia aclara que el título proviene del quechua y que “Tawa” significa “cuarto” ó “cuatro”; mientras que “Sarira” es “estadío” ó “dimensión”. Reinterpretándolo(al unir ambas palabras), los Jinetes decidieron entenderla como una especie de “cuarta propuesta”.

[2] No por casualidad fue convocado a participar en un álbum Tributo a Yes, tocando en “Time And A Word” junto al cantante Jon Davison (Glass Hammer), quien meses más tarde sería convocado por el propio YES para reemplazar a Benoit David.

[3] Una producción de Gustavo Bolasini, quien también lo conduce junto a Carlos Salatino, los Lunes desde las 21:30 Hs. a 23:00 Hs. Antes por FM Patricios 95.5; pero desde Marzo del 2013 por www.elretornodelgigante.com.ar/radioenvi

[4] En la entrevista y ante la pertinente pregunta de Bolasini, Ricardo Penney comentó que hubo material como para un disco doble. Pero tuvieron que priorizar a aquéllos que fueron compuestos específicamente para el álbum y dejar de lado otros que aún merecen un desarrollo, una maduración mayor. Tuvieron que “Cajonear” y “cortar” en las composiciones que definitivamente llegaron al álbum.

[5] Según las propias palabras de Octavio Stampalia en la entrevista de referencia.

[6] “En dicha entrevista radial, Ricardo Penney fue elocuente en decir “Creo que fue un poco es el concepto del disco. Esto es lo que somos, esto es lo que tocamos y muchos de los temas surgieron de haberlos tocado y haberlos probado. Y bueno… tratamos de que suene más la realidad de la banda hoy”.

[7] La nueva alineación puede visualizarse en la foto superpuesta en el arte del sobre cobertor del álbum (de tonalidades grises) que obra en el diseño interno.

[8] El Retorno del Gigante. Radio Show. Emisión Nº 634. Ver Nota Nº 1.

[9] Ib In Idem (Entrevista).