“Suite Italiana”

Aldo Pinelli

HTT/Lizard Records - 2013.

Temas: Una Notte a Treviso – Aquel Tiempo de Verano – Las Nubes y las Sierras – El Castillo Interior – El Combate de Obligado (Versión Instrumental) – Hojas Secas – El Algarrobo Abuelo – Misterios del Mediterráneo – Encuentro Posible entre Piazzolla y Fripp – Suite Italiana: I) Roma – II) Firenze – III) Venezia – Coda

Músicos: Aldo Pinelli [Guitarras Nylon, Acústicas y Eléctricas /Bajo/Teclados /Percusión y Voz]; Paula Dolcera [Cello]; Silvia Pratolongo [Percusión]; y Roberto Sambrizzi [Batería].

        

Comentario

A poco menos de un año de edición de “Temporada de Lluvias”, pareciera que el Señor Aldo Pinelli atraviesa por una prolífica etapa y nos obsequia la “Suite Italiana”, su quinto álbum de estudio como solista. Lo primero que debe saberse es que éste es un álbum inspirado y dedicado a Italia; país que en el 2011 le abrió las puertas (vía el Sello Lizard Records, poco tiempo antes) y le permitió dar a conocer su obra en algunas pocas y tímidas presentaciones. País al que, en agradecimiento, va destinado pues –si se mira el afiche que se acompaña- en el día de ayer se editó este álbum allá, en paralelo al primero de los varios shows que tiene programado por el norte de Italia y Suiza. De allí mi simultaneidad de comentario, para estar en sincro con los acontecimientos.

Semanas atrás, fui invitado a escuchar el master del álbum y, en el camino, pensaba en lo prematuro que podía resultar publicar la “Suite” en abril de este año; siendo que aún “Temporada de Lluvias” sigue en su etapa de promoción/difusión y está a punto (luego de volver de Europa) de ser presentado oficialmente y transitar su habitual ciclo de presentaciones. Charlándolo con el protagonista, mientras el álbum escuchábamos, me sorprendió lo “cortito y al pié” de su respuesta, con un interrogante: ¿Cómo voy a retener algo que ya está terminado y dedicado a un lugar donde pienso volver? Lectores: ¡más claro imposible!

También, cuando uno lee las fechas en la ficha técnica, tiende a pensar que es contemporáneo, simultáneo, a “Temporada de Lluvias” (ó algo así como la Parte II de “Temporada de Lluvias”); pero, al pedir escucharlo un par de veces más, se llega a la conclusión de lo equivocado que estaba y por varias razones…

Primero, porque el concepto es distinto: el álbum reposa sobre dos “ideas fuerza” muy distintivas, a las que acompañan los otros temas que lo integran. Hay una inspiración en viajes que Pinelli ha realizado en estos últimos años junto a su pequeña familia[1]: Italia, en Mayo del 2011, y Villa de Merlo (Provincia de San Luis, Argentina), detalladas -en el libro interno del álbum- las canciones inspiradas en dichas locaciones. Y, por otra parte, cuán hipótesis científica (si así fuera), el solista nos propone “Posible Encuentro entre Piazzolla y Fripp”, una pieza que, ya desde su título y -les aseguro- luego de su atenta escucha, va a dar que hablar[2]. Por lo que cabe concluir que esas piezas constituyen el núcleo esencial, duro, del álbum y al que se le suman las otras canciones del álbum.

Segundo, porque Aldo me explicó que su proceso de composición  específico (cronológicamente) transcurrió entre Octubre 2011 y hasta mediados del 2012, siendo que “Temporada de Lluvias” data del 2010. Tanto para la “Suite Italiana” como para “Un Encuentro Posible…” y las otras canciones del álbum. Dicho proceso parte mayormente de los teclados, antes que de la guitarra; lo cual importa cierto cambio de perspectiva. “Temporada” tiene teclados también, pero “Suite Italiana” profundiza aún más esta modalidad de composición a partir de los teclados.

Y, tercero, porque estilísticamente este álbum ha dado un par de pasos más allá respecto al cambio de orientación musical audible en “Temporada de LLuvias”. Sigue presente la idea de búsqueda,  de aventura artística (“Un encuentro posible…” es, quizás, el cabal ejemplo en materia instrumental, tanto como abrir el álbum con “Una Notte a Treviso” compuesta y cantada en italiano), arriesgar transitando nuevos horizontes. Quizás la senda fácil era proseguir con el estilo de la trilogía conformada por sus tres primeros álbumes (¿Por qué no?) pero reconociendo Aldo que ello conllevaba, entre otros, el precio de la repetición. A cambio, el multi-instrumentista y cantante prefirió hacer otro “golpe de timón” a su barca y virar hacia otros nuevos horizontes, más allá del amarre en el puerto donde recaló para “Temporada de Lluvias”. Precisamente, ésto es lo que solemos llamar “progresivo” en el cabal sentido de la palabra.

El espíritu, el concepto del álbum se desarrolla principalmente en torno a Italia; y, así, puede apreciarse –además de “Una Notte a Trevisso” y la “Suite”- en su arte de tapa, libro interno y contratapa; las cuales lisa y llanamente contienen fotos de las ciudades que visitó en Mayo 2011: Roma [tapa], Venecia [libro interno y contratapa] junto a una con Loris Furlan (dueño del sello Lizard Records) y su familia, a quienes este álbum va dedicado. La “Suite Italiana” consta de tres partes y una coda final, llevando cada una por título las ciudades que ha visitado con su familia. Escuchando el master un par de veces más, en su concepción y con escasas palabras, me comentaba Aldo lo que cada ciudad representaba para él: I) Roma, la antigüedad; II) Florencia, la cuna del renacimiento, la belleza; mientras que III) Venecia la asociaba con lo “desconocido”, en términos de encuentro, cruza de culturas diferentes que pudo apreciar en los aspectos arquitectónicos que lo impresionaron. Entonces, lo que arriba a nuestros oídos es su interpretación musical de aquellas sensaciones que ha vivenciado. Hay tanta delicadeza de cello y guitarra clásica como detalles percusivos y ambientales por descubrir en “Roma”; parte que conmueve tanto como “Firenze”, donde arreglos en teclados comparten cuota de protagonismo. Mientras que el contraste viene en “Venezia”, por cruza de estilos musicales y esa impronta más arábiga, musulmana que va ganando espacio a partir de los 2:24 Min. Y a no extrañarse si descubren cierta pizca de Anthony Phillips en la “coda”, pues Aldo Pinelli admira al ex Genesis, que también tiene su amor por Italia. Pero no sólo la “Suite”,  pues que -como él mismo afirma en el libro interno- “Una Noche en Treviso” [Track 1] y “Misterios del Mediterráneo” [Track 8], por igual inspiración, también forman parte de este esencial concepto.

La otra idea fuerza es más atractiva para el público cultor del progresivo: “Encuentro Posible entre Piazzolla y Fripp”. Paradójicamente, la dupla Hábitat (Aldo Pinelli & Roberto Sambrizzi) es la responsable de ejecutar este instrumental que pretende aunar dos estilos perfectamente distintivos, dentro cada género que los ilustres maestros supieron transitar, no sin muestras de incomprensión pese a sus genialidades. Como afirmé ya, “Encuentro Posible…” debe interpretarse como una hipótesis musical que, quizás en las manos de otros músicos, pudo haber sido compuesta y ejecutada de otra manera. Hay detalles muy interesantes aquí como la reproducción de sonidos de bandoneón (que fue objeto de un complejo, intrincado tratamiento de sampleo a teclados), la digitación entre “frippeana” y tanguera, los cortes y cambios rítmicos adaptados por la base desde el rock progresivo, como también esos toques (golpes) de efecto de teclados, reproduciendo un Hammond. Pero sí hubo algo que, en este álbum, ratifico pero que viene echando raíces desde “Temporada de Lluvias”: la capacidad que tienen Pinelli y Sambrizzi de reunirse y generar una propuesta estilístico musical que sea distinta a Hábitat[3], aún cuando se presente en el marco de un álbum solista de Pinelli. Y que no solo se escucha en este gran “Encuentro Posible…”, sino en toda la participación de Roberto en álbum.

“Las Nubes y las Sierras” [Track 3º] y “El Algarrobo Abuelo” [Track 7º] son los temas que han sido inspirados en Villa de Merlo (Provincia de San Luis) y en los que surge patente el cambio de perspectiva de composición, a partir de teclados. Me resulta raro que el paisaje y geografía de Merlo deriven en estas composiciones que calificaría de eclécticas, heterogéneas y misteriosas, contribuyendo así a otras características que también porta la “Suite”. Ese “halo de misterio” en mi opinión tiene su continuidad en los temas “El Castillo Interior” [Track 4º] y el cuasi épico-heroico “El Combate de Obligado” [Track 5º]. Ya lo ha reconocido su protagonista, el único factor que une a estas composiciones con las principales (“ideas fuerzas”) es su contemporaneidad de composición.

Finalmente, creo que “Hojas Secas” es una bella canción que mejor recepta el estilo original que caracterizó a Pinelli en su primera trilogía de álbumes solistas. Y que, en el contexto de la “Suite Italiana”, aporta su granito de arena para ese status heterogéneo y ecléctico en estilos que lo conforman. Si mi estimado Aldo persiste en presentarse en vivo con la misma formación que lo acompaña desde siempre y en el álbum también (salvo las tecladistas porque él mismo asumió el rol), será muy interesante verlos porque, respecto de “Temporada de Lluvias”, nuevamente ha dado otro golpe de timón, aunque no sé si éste fue de ciento ochenta grados (180º), como en el cuarto álbum mencionado. Será cuestión de esperar a la vuelta de Europa y ver con que nos sorprenden esta vez.

Hugo Lagar

Burzaco, 7 de Abril del 2013.

 

[1] Cuando uno escucha a Aldo explicar ciertos tópicos del álbum (como los viajes), las opiniones de Silvia Pratolongo (su esposa) vienen a colación; por lo que no hay lugar a dudas de la influencia que sus palabras tienen para el álbum, además de tocar en él.

[2] Aún recuerdo el ruido que causó cuando, en su visita a la emisión Nº 624 del programa radial “El Retorno del Gigante” (Lunes 10/12/12, entonces en FM Patricios 95.5, de la Ciudad de Buenos Aires), hizo una breve referencia, como parte de un proyecto a futuro.

[3] Me costó un par de álbumes aceptar la opinión de A. Pinelli, cuando afirmaba que no existía riesgo de “Pinellización de la música de Hábitat” ni “Habitatización de su música solista”. Este instrumental-hipótesis aventa todas mis sospechas que aún quedaban.