Steven Wilson
Teatro Vorterix – Ciudad Demasiado Autónoma De Buenos Aires
Martes 12 De Mayo De 2015 - 21 Hs.
Crónica Por Alejandro Matos.
Imágenes Promocionales: Icarus Records.
Fotos Por Nicolás Papa.
Integrantes:: Steven Wilson [Voz, Guitarra Acústica & Eléctrica, Teclados, Programaciones, Coros de sí mismo, Composición, Bajo, Producción, Dirección Musical, Aplicación de Correctivos, Maestro de Ceremonia] - Nick Beggs [Bajo y Chapman Stick] - Dave Kilminster [Guitarra] - Craig Blundell [Batería] & Adam Holzman [Teclados].
Repertorio: 1. First Regret 2. 3 Years Older 3. Hand Cannot Erase 4. Perfect Life 5. Routine 6. Index 7. Home Invasion 8. Regret #9 9. Lazarus 10. Thank U 11. Harmony Korine 12. Ancestral 13. Happy Returns 14. Ascendant Here On... Bises: 15. The Watchmaker 16. Sleep Together Segundo Bis: 17. The Raven That Refused to Sing
Crónica del Show
Lo primero que hice apenas me enteré de que nuestro querido Friki vendría a tocar a Buenos Aires, fue, naturalmente, comprar el ticket. Lo Segundo fue preocuparme, ya que SW está teniendo mucho exito dentro de lo que el género significa, y el Teatro Vorterix, muy efectivo en la presentación de “The Raven…” podía resultar un poco incómodo esta vez.
Quiero hacerla corta con la parte logística ya que la cuestión que me interesa es la artística. Va sin punto aparte. Tuve que preguntar a qué hora era el show al amigo Andrés Valle y otra gente se enteró por la página de ICARUS, la productora. En las entradas decía la apertura de puertas, pero no la del comienzo; una boludez supina que sigo sin entender en caso de que esa posibilidad exista. Las proyecciones, la estética sonora y visual del espectáculo, y la bestial cantidad de gente me dicen que éste no es un lugar para Steven Wilson. Hay una importante bandeja sobre la mitad trasera del auditorio inferior. Pues bien: debido a ese techo, quienes están atrás no pueden ver las imágenes en la pantalla que está en escenario. Y no digo algún rezagado. Digo la mitad de la gente que fue al recital. En resumen, no jodan más. Nunca más S. W. en el Vorterix. Este show es para el Teatro Opera o afines.
El show comenzó 15 minutos antes de las 21 hs., Adam Holzman solo en el escenario, con el video protagonizado por Carrie Grr. de fondo. Se suman Steven y Nick; y, más adelante, ya para empezar la obra a pleno, el baterista y el guitarrista. Debo decir que estos dos últimos fueron distintos cada vez que SW vino a la Argentina; y esta no fue la mejor versión, a pesar de que son realmente maestros.
Se
suceden “First Regret”/“3
Years Older”/“Hand Cannot Erase”/“Perfect Life”/“Routine”. Suena
de maravillas, más la banda que el sonido del lugar; el cual de la mitad hacia
atrás se pincha bastante más que lo habitual. Y justo ahí es donde yo estaba.
La banda es increíble. El dire tiene una presencia silenciosa y poderosa. Hace
lo que debe hacer, no opaca las intervenciones de los demás, y nadie puede
negar que está ahí. Los músicos tocan con una justeza que tal que se hace difícil
no pensar en el CD cuando se los escucha. Theo
Travis no está y la
verdad es que a mí su presencia nunca me cambió nada. Cuando hace falta, Holzman
toca sus partes con un sonido de sinte que no intenta emular vientos y sale
perfecto. Steven se canta todo. Prestando atención especialmente a ésto, creí
notar que no usa “autotune” en vivo y afina de maravillas. Su voz, como
siempre, suena pequeña y arrasadora. Nick
Beggs, además de ser
un bajista de la hostia, hace coros perfectos. Alguien escribió que hace mímica.
De ser así también es muy meritorio.
“Routine”
es acompañado con un video de animación, que contribuye perfectamente a la
atmosfera opresiva de la canción y en general. Sabemos que al jefe le gusta
esto. Y a mí más. Llega “Index”, el primer tema fuera de H.C.E. Alegría silenciosa. (“Grace
For Drowning”, segundo álbum solista, sigue siendo mi favorito. Por
ahora). Una versión que no introdujo variantes pero ¡qué me importa!, si soy
tan feliz.
Vuelve
a lo nuevo con “Home Invasion” y
“Regret #9”, el doblete ácido del disco. Primero las locuritas
“metalpsicodélicofunkies”; luego ese tres por cuatro que no es el vals de
los novios y que da lugar a una serie de zapadas. Otra vez fuera, con el primer
tema Porcupine
Tree de la noche:
“Lazarus”. Yo habría preferido un
tanque pero éste no está nada mal. Suena igual, este tipo está loco, pienso. “Harmony
Korine”, un tema que hace siempre. Qué grande es Steven. No metió nada
de “The Raven” (tercer álbum solista) entre temas del último
disco. Y esta canción -siempre oportuna- nos hace vivir el momento a pleno, sin
que nos olvidemos de que se viene lo que tanto estamos esperando. Pero suena “Thank
You”, de Alanis Morissette, en una de sus tantas versiones. Nada... Espero
que termine, pues quiero escuchar “Ancestral”.
Y
llega “Ancestral”. Y es perfecto;
o casi. Es acá donde se nota mucho más que antes que no están Marco
Minemann ni
Guthrie Govan -especialmente
este último-. Dave
Kilminster, un
guitarrista que, tocando con Roger Waters se ganó mi respeto (por tocar los
solos de Gilmour como si le hubiera alquilado las manos al mismísimo David),
esta vez no pudo estar a la altura del sesionista que grabó en “Hand
Cannot Erase”. Un detalle,
porque el tema pasa, las pifiadas quedan atrás y una mala noche la tiene
cualquiera. La parte más esperada era, para mí, la sección instrumental de
“Ancestral”; y a pesar de lo ya
dicho suena Aplastante. El público corea el riff, que va in crescendo. Eso al
Capitán Wilson parece no importarle. Llega la apoteosis, es el mejor momento de
la noche. Nos quedamos locos y queremos más guerra, pero siguen “Happy
Returns” y “Now Ascendant On” y la obra –este álbum- se va despidiendo más
tranquilamente. Termina la primera sección del show y yo vuelvo a recordar que
estoy muy incómodo.. No por mucho tiempo.
Cae
la tela transparente de siempre, un video de esos que asfixian y un insistente
relojito nos dejan en “The
Watchmaker”. 100% progresivo. Para los clásicos, para los vanguardistas,
para el que se atreva. La voz de SW sigue a full, la banda no me va a sorprender
a esta altura pero qué bien lo estoy pasando. Lo sorprendente viene con “Sleep Together”. Amo este tema. Yo soy porcupinero en 3D, y si “Ancestral”
fue el gran momento de la noche, para mí esta canción es MI gran momento.
Suena tan poderoso pero por sobre todo tan igual al original, tan eficiente. Tan
Porcupine Tree que habiendo visto videos, sabiendo que esto es así, sigo
sorprendiéndome. Y ya que nunca se pudo ver a la banda por Argentina, está
bien que estén un poco ocultos tras el velo translúcido, así soñamos… No
se puede bailar, saltar, levantar los brazos, hay demasiada gente, y mucho
entusiasmo. Así que cerré los ojos y me dejé aplastar. Termina la canción y
me voy hacia la parte trasera del teatro, en busca de mi compañera, que no pudo
ver una goma en todo el recital.
Algo más cómodamente, no mucho, escuchamos el megacierre con “The Raven”. La banda se retira, la gente parece feliz. Los músicos, no sé si tienen un gran cariño con el público de acá como manifiestan otros. Pero creo que lo pasaron realmente bien. Lo transmiten, no pueden evitarlo. Tengo la sensación que lo pasan bien siempre. Esa energía vital no viene de la nada. Cuando ya no tienen que preocuparse por tocar de tal o cual manera porque van a sonar bien sí o sí, el eje de la cuestión se corre hacia otro lado y acá estamos. Queriendo ver a la banda de nuevo. Y nunca en el “Vorterix”. El nene creció. Le queda chico ese traje.
Alejandro Matos
Buenos Aires, 20 de Mayo del 2015.
Agradecimiento especial: al Fotógrafo Nicolás Papa (Web Site: www.nicolaspapa.com), por permitir desinteresadamente reproducción de fotos. Se recomienda visitar su web page & perfil de Facebook.