Rick Wakeman and The English Rock Ensemble

25 Noviembre 2012

Teatro El Circulo, Rosario, Argentina

Cumplió con su palabra. Hace exactamente un año atrás, en este mismo Teatro El Círculo de Rosario cuando presentó el concierto con piano y orquesta, nos dijo que volvería con su banda. Palabra de mago.

Rick Wakeman y el "English Rock Ensemble" ejecutaron en el escenario los clásicos setentistas. Wakeman es el más prolífico compositor de rock sinfónico, con más de 100 álbumes editados. Pero siempre recurre a las obras de sus 5 ó 6 primeros discos, como si después de sus grandes hitos (Las 6 Esposas de Enrique VIII, Viaje al Centro de la Tierra, el Rey Arturo) no hubiera nada más para ofrecer.

Igualmente el recital fue impecable. Rick -rodeado de 7 teclados- fue acompañado por su viejos amigos Tony Fernández (batería) y Ashley Holt (voz), más Dave Colquhoun (guitarra) y Nick Beggs (bajo y stick). Un show eléctrico, épico, de mucho volumen y mucho rock. Comenzó con “Journey to the Centre of the Earth” en una versión que habrá superado la media hora. Luego llegó el turno de “Catherine Howard” en una versión emotiva. Rick presentó a Ashley Holt para el rock de “The Phantom” (un tema de 1990!) y luego llegó el turno del bajista Nick Beggs: un solo de stick acompañado por Tony en percusión.

Volvieron a la carga con lo mejor de la noche (para mí, claro): la obra épica y medieval del Rey Arturo en una suite que recorrió casi todo su tercer disco de 1975. Destaco la guitarra eléctrica de Dave Colquhoun en la primera parte, donde ensambló a la perfección con el moog. Pero fue la voz de Holt lo que logró emocionarme en la parte final interpretando "The Last Battle".

Continuó con una parte de su quinto álbum "No Earthly Connection". Luego del instrumental de “Catherine Parr” llegó al final del concierto con el tema pendiente del Rey Arturo: “Merlín el Mago”. Fue un show con todas las luces, donde arrancó con un teclado colgante para caminar por la platea y llevar a una rubia al escenario.

Si algo faltaba, era un tema de Yes. La versión rotunda de “Starship Trooper” fue el cierre de dos horas exactas de un show que en esencia fue muy similar al concierto de 2001 cuando vino acompañado por otros músicos y su hijo Adam. Pero el  mago de la capa dorada nos demostró por qué fue, es y seguirá siendo el mejor tecladista de rock.

Para terminar, quiero agradecer la disponibilidad de cada uno de los músicos que no ahorraron esfuerzos para darnos un abrazo, sacarse una foto y charlar con nosotros los fans a la salida del teatro. Pocas estrellas de rock son tan amables. Gracias Rick, Tony, Ashley, Dave y Nick. ¡Hasta la próxima!

 

Jorge Perez Perri

Rosario, noviembre 2012