Rick Wakeman
Orquesta Sinfónica De Buenos Aires & Coro De Buenos Aires
Teatro Gran Rex – Buenos Aires, Sábado 3 De Septiembre. 21:00
Por: Hugo Lagar
Set List: The Myths and Legends of King Arthur and The Knights of the Round Table (Arthur – Guinevere – Sir Lancelot And The Black Knight – The Last Battle ) – Gone but No Forgotten – Catherine Howard – After The Ball - The Beatles´s Tribute: Help! & Eleanor Rigby – Journey to the Centre of the Earth. Bises: 1. Merlin The Magician; 2. The Jig; y 3. Journey To The Centre of The Earth (Parte Final).
Rick Wakeman (Piano) - Guy Protheroe (Director) – Orquesta Sinfónica & Coro
Las
casualidades de la vida me encuentran sentado exactamente (mismo día, hora y
segunda fecha) un año más tarde que el segundo concierto que Yes diera en
Buenos Aires, en las butacas del Teatro Gran Rex. Sólo que esta vez fue para
disfrutar de un acontecimiento único y atractivo ya desde la propuesta y la
publicidad: su tecladista dilecto Rick Wakeman presentando “Viaje al Centro de
Como
estaba previsto, el show empezó puntualmente con una ovación absoluta del público
previo a escuchar y al arrancar con una selección de temas del mítico álbum
de 1975: “The Myths And Legends of King
Arthur and The Knights of the Round Table”. Rick, el protagonista
principal de la velada -vestido para la ocasión de riguroso traje negro,
corbata con ilustraciones de teclados y calzado blanco, haciendo juego con la
corbata-, empezó a hacer gala de su virtuosismo en el piano de cola Steinway
& Sons, dispuesto al centro del escenario. En esta hermosa relación que
Rick Wakeman mantiene con Buenos Aires y su público (reitero: es su quinta
visita, desde 1981), éste era un show que nos faltaba ver e hizo realidad el
sueño de muchos de sus seguidores, que leímos las crónicas además de verlo y
escucharlo en los DVDs/Cds. Ambos, Orquesta Sinfónica y Coro
ejecutaron/cantaron a la perfección esta vez [1],
pero eran las manos de Rick quienes se robaban la atención del público. Luego
de charlar con algunos que asistieron el domingo 27, llegué a la conclusión
evidente que los músicos de
Al
concluir “The Myths”, Rick toma el
micrófono y nos ameniza con una charla plena de agradecimientos, chistes (aclarándonos
que siempre se promete a sí mismo que va a aprender español pero lo único que
sabe decir es “un café con leche”) e información sobre lo que iremos a
escuchar seguidamente. Tomar la palabra es una cualidad natural en él; y no sólo
por su rol de conductor de TV o radio. Quiero decir, siempre lo ha hecho y suele
ser muy gracioso, aún en una presentación de estas características (un
concierto similar al de música clásica).
El repertorio sigue, calmo, interpretándose “Gone But Not Forgotten” (de su álbum “Cost Of Living”, 1982), pero remonta en expectativa cuando Rick nos cuenta que en 1972 compuso un álbum dedicado a las seis esposas de Enrique VIII (agregando –con carcajadas mediantes- que él mismo tuvo varias esposas también) y que continuarían con “Catherine Howard”, obviamente ovacionado y otro de los grandes momentos de la noche. Esta “sección media” del concierto prosigue con “After The Ball” y, luego, un homenaje a The Beatles con dos temas (en versiones instrumentales) pero “tocados de una manera diferente”, según las propias palabras de Rick.
“After The Ball”, de su álbum-banda de sonido del film sobre los Juegos Olímpicos de Invierno de 1976, “White Rock”, es quizás el tema más apropiado para orquesta de dicha obra y para la oportunidad. Un poco para respirar entre épicos más requeridos, demostró ser una buena elección y la posibilidad de dar lugar a una delicada versión, respecto de su original. Fue entonces cuando Rick afirmó que todo músico ha sido influenciado por The Beatles, preanunciando su homenaje a los Fab Four -aunque en versiones “tocadas de manera diferente”- con “Help!”, toda una sorpresita y (por fragmentos) irreconocible para nuestra memoria auditiva, y “Eleanor Rigby”, ya una costumbre en sus presentaciones.
Pero todos quienes asistimos estábamos ansiosos por el plato fuerte de la noche: “Journey To The Centre of the Earth” (Viaje al Centro de la Tierra), conforme rezaba el afiche de difusión y se resaltaba en las publicidades. Así fue que, tras su anuncio, nos dispusimos a guardar silencio y escuchar con total atención la interpretación de este clásico en un formato diferente (piano + orquesta & coro); pero ejecutado con una calidad sin igual, en la que las manos del Mago dejaron en claro por qué es considerado uno de los mejores tecladistas del rock. Su labor se revela soberbia, no sólo por su técnica, destreza y virtuosismo; sino también por la pasión, el sentimiento que imprime. La participación de la Orquesta y del Coro, en los términos de sendos desempeños, pone sobre relieve aún más el protagonismo de Rick en el piano. Y el público se lo hizo saber -de pié y con plena ovación- en el final y en el requerimiento de tres bises; algo inusual y al igual que en el primer concierto.
Así, el primer lugar fue para “Merlin The Magician” (de “The Myths And Legends…”), agregando que se habían olvidado de tocarlo en el set principal. Luego, sorprendió a muchos con el espíritu festivo de “The Jig” (“Cirque Surreal” de 1995) y –tras tanta insistencia- nos aclaró que disponían de exacto repertorio ensayado y para tocar, por lo que finalizaron con una “Journey Reprise” (es decir, la parte final de “Journey To The Centre of the Earth”). Convéngase que esta vez, a diferencia del Domingo 27 de Noviembre (donde los insaciables requerimientos de bises tomaron desprevenidos a la Orquesta y el Coro), Rick Wakeman no tuvo necesidad de amenizar al público tocando melodías en su piano, mientras músicos y coreutas se organizaban con el Director. Conscientes que se repetiría la situación, lo tenían milimétricamente previsto. ¿Qué tal?
Una vez más esta mítica figura del Rock Progresivo nos ha visitado, con una propuesta diferente (y se le van acabando las variantes) y un público que siempre está dispuesto a recibirlo, responder a su convocatoria y manifestarle sus muestras de afecto: cuatro ovaciones de pié, gritos y aplausos, en la ocasión. Como en toda nueva visita de artistas consagrados de previas décadas, a los habituales cuarentones/cincuentones, se incorporan sus hijos y los jóvenes que quieren sorprenderse con músicos versados en lo suyo, versátiles y virtuosos. Pasan los años y tanto el talento de Rick Wakeman como su performance en vivo siguen tan intactos como siempre, con el plus que aporta la experiencia. Noviembre del 2011, en Buenos Aires, para los amantes del Rock Sinfónico y de la música, será recordado por los conciertos de “Músico con Orquesta” ya que fuimos afortunados en contar con las presencias de Peter Gabriel (G.E.B.A., Viernes 18) y Rick Wakeman (Teatro Gran Rex, Domingo 27 y éste que reseño). No se puede más pedir... Sólo esperar a Roger Waters en Marzo del 2012.
Hugo Lagar
Burzaco, 4 de Diciembre del 2011.
[1] En la web, leí una reseña en el portal Persi Music Internacional ( http://persimusic.com.ar/ ) posteada por el usuario bajo el alias “Baba”, fechada el 30/11/11, en la que manifestaba cierta disconformidad en cuanto a su sonido y que los arreglos –salvo “Eleanor Rigby”- eran correctos pero no lograron mejorar las versiones originales, respecto al show del 27/11. Leer, en portal web: http://persimusic.wordpress.com/2011/11/30/rick-wakeman-en-argentina-teatro-gran-rex
[2] Al concluir el show -esperando a Rick- tuve oportunidad de conversar con uno de los percusionistas de la Orquesta en la puerta, quien me comentó varias anécdotas de la experiencia como la expuesta en cuerpo principal. También mencionó lo sorprendido que estaba con la obra de Rick, pues ellos tienen la idea que sólo son músicos de rock, además de su actitud humilde, respetuosa y paciente en el trato con ellos, en ensayos y durante el show. Tenía una referencia pero al concentrarse en discos como “Journey” ó “The Myths…” quedó muy impresionado.