Pedro Aznar en el ND Ateneo
Ciclo de Conciertos Diciembre 2012 - Presentación de “Ahora”
Buenos Aires, Viernes 14 de Diciembre. 21:30 Hs.
Por Hugo Lagar
Repertorio: Panteras de Polvo – Par – Los Días Más Cortos del Año – Cucamonga Dance – Ella Se Perdió – Mientes – Cantata de Puentes Amarillos (L. A. Spinetta Cover) – Rencor – Quiero Decirte Que Sí – Ruina Sobre Ruinas – Nocturno Suburbano – Barro Tal Vez (L.A. Spinetta Cover) – Terrores Nocturnos – I Am The Warlus (Cover de The Beatles) – Ya No Hay Forma de Perdón (V. en español de “Sorry Seems To Be The Hardest Word”, de Elton John) – Jealous Guy (Cover de John Lennon) – Credulidad (Cover de Pescado Rabioso) – Vos Sos Mi Amor (Versión en Español de “The One I Love”, de David Gray) – Quebrado – Los Perros del Amanecer – Hydra – Ahora. Bises: Rompan Todo – Blackbird – Cuando El Amor.
Músicos[1]: Pedro Aznar [Voz, Bajo, Guitarras y Teclados] – Andrés Beeuwsaert [Teclados, Bajo, Coros y Percusión Adicional] – Alejandro Oliva [Percusión] – Coqui Rodríguez [Guitarra Eléctrica y Acústica] – Julián Semprini [Batería, Percusión y Coros] .
Crónica del Concierto
Como
es una costumbre ya, Pedro cierra este año 2012 con un ciclo de seis conciertos
exitosos en convocatoria en el teatro ND Ateneo de la ciudad de Buenos Aires -su
segunda casa, prácticamente-, teniendo como motivo en esta oportunidad la
presentación de su más reciente álbum de estudio “Ahora” (editado también
en este año)[2].
Este ciclo de conciertos, por otro
lado, puede considerarse como una celebración y coronación de un año de muchísimo
trabajo y suceso discográfico, tal y cual el mismo Pedro se encargó de
mencionarlo en el primer con tacto verbal con su público, al concluir el tercer
tema del show.
La apertura no pudo ser de otra forma: las dos primeras canciones de “Ahora”, seguidas de “Los Días Más Cortos del Año” (también del mismo álbum, con ese inevitable sabor a The Beatles que caracteriza a esta canción). Siempre pensé que “Panteras de Polvo” es una canción con buen clima y dinámica apropiada para abrir un show (de hecho, es la que se escucha en “Home Page” de su portal web oficial: www.pedroaznar.com.ar ); y anoche lo pude comprobar. Las canciones suenan exactas, Pedro y su banda de apoyo las interpretan cuan perfecto mecanismo de relojería y, ya desde la pantalla dispuesta como telón de fondo, podíamos apreciar fotos alusivas de tales canciones y provenientes del libro interno del álbum. Al concluir la tercera canción, Pedro realiza el primero de los muchos contactos que tendrá con el público asistente; y -con la fluidez de palabra que siempre le caracteriza- no sólo explica lo que escribí en el primer párrafo sino que, además de presentar “Ahora” (álbum que le trajo muchas satisfacciones y trabajo en el año, así como cálidas muestras de apoyo y elogios en el contacto directo con los muchos que le escribieron vía e-mail o redes sociales), anticipa que tocarán material de “Quebrado” (2007) y otros temas de su carrera, no sin reservarnos alguna sorpresa, a modo de as en la manga.
Así es que el segundo segmento estuvo reservado para algunas “gemas” de su anterior cosecha: “Cucamonga Dance” (proyección en pantalla de fragmentos de viejas y célebres películas nacionales, de la época de Argentina Sono Film), el pegadizo “Ella se perdió” [video con Mariana Arias, detrás], “Mientes” [de una de sus tantas colaboraciones con Charly García: Tango 4] -en la que descolló con un soberbio solo de bajo- y cerrando la zaga con su primer reconocimiento a su otro maestro: Luis Alberto Spinetta, mediante el cover “Cantata de Puentes Amarillos” (de “Artaud”, 1973). Cada vez que veo y escucho en directo a Pedro cantar y tocar este particular clásico se me eriza la piel: su énfasis, potencia que le imprime en la interpretación vocal y guitarra acústica, sumando digitación y técnica que demuestra en la ejecución de dicho instrumento. Con todo respeto, no sólo debe ser uno de sus temas predilectos sino que ha pasado a ser ya un clásico de sus conciertos.
Antes de iniciar el siguiente segmento, Pedro tomó la palabra nuevamente y nos comentó varios aspectos acerca de “Ahora” en cuanto álbum. A saber: que ha sido fruto de un retiro compositivo en Mar de las Pampas (Provincia de Bs. As.), en el que se propuso componer una canción por día, llegando a un total de dieciséis, aportando nuevas texturas; que de dichas canciones, seleccionó doce que se registraron en el álbum y las restantes quedarán guardadas para ver la luz más adelante en alguna nueva edición; que el objetivo del proceso era componer algo que tuviera una cierta coherencia; y, ya orientando hacia el próximo tema, cierra su parlamento agregando que el álbum aborda temáticas tales como el “ahora” (que, en el final del show, volverá a explicar específicamente) y el “amor”, pero desde una perspectiva negativa… ya sentado en los teclados y dando pasó a los primeros acordes de “Rencor”, quizás el tema más difundido y conocido del álbum. Sabor a “Beatles”, en la cadencia propia y la forma en cómo se desenvuelve instrumentalmente la canción (notar especialmente en los teclados, batería y las partes de guitarra eléctrica bien “harrisonianas”), que se perfila como otro éxito de su carrera y clásico en sus futuros set-list. Aquí, como en otras canciones donde Pedro se dispone a tocar los teclados o guitarras acústicas, fue su tecladista Andrés Beeuwsaert quien se ocupó de reemplazarlo en el bajo. Sin otra interrupción que los aplausos cerrados de todo el teatro, prosigue con la acústica “Quiero decirte que sí” y luego “Ruina sobre Ruinas”, preanunciadas en la pantalla por sus respectivas imágenes del Libro Interno del álbum. Los climas transitan desde el mensaje de amor sencillo y directo hasta la crudeza propia de nuestra historia latinoamericana, reflejada perfectamente en la letra de “Ruina sobre Ruinas” y acompañada por una música que porta un carácter enigmático y rico en recursos percusivos en su introducción, a los que “in crescendo” van sucediéndose marcadamente respectivas partes de guitarra, bajo y una orquestación en teclados bien “a lo Kashmir” (Led Zeppelin). Es la faceta testimonial de Pedro la que se luce, en sus palabras, a esta altura del concierto.
Una pausa a la presentación del álbum necesariamente sobreviene al escucharse “Nocturno Suburbano” (de “Quebrado”, 2007) y “Barro Tal Vez” (L. A. Spinetta. “Kamikaze”, 1982), en una faceta más proclive a lo folklórico en el transcurso del show. Ya Pedro nos había anunciado repasar algunas páginas de su notable y exitoso álbum “Quebrado”; y la comunión intimista que el artista -sólo, con su guitarra de cuerdas de nylon y su voz- logra con “Barro Tal Vez” (enriquecido por las impresionantes postales pampeanas proyectadas en la pantalla) estalla en ovaciones y miles de aplausos al concluir. Y ya no hace falta hacer una referencia explícita al Flaco Spinetta; su espíritu nos acompañó en los corazones y mentes de quienes estábamos presenciando esa velada. Finalmente, el segmento se cierra, promediando el concierto, con otra canción de ciertas reminiscencias guitarrísticas “Beatles” perteneciente a “Ahora”: “Terrores Nocturnos”; y no por casualidad -afirmaré-, dado que la segunda mitad arrancará con “I Am The Warlus”.
Deteniéndome momentáneamente en la descripción secuencial del concierto, comento que desde el punto de vista escenográfico, la ubicación de los músicos de la banda adoptó una disposición en semicírculo, con Pedro Aznar al centro de la escena (como corresponde). A sus espaldas, una pantalla como telón de fondo en la que se proyectaban las fotografías e imágenes de “Ahora”, fragmentos de películas argentinas de antigua data, fotografías de paisajes, cuadros, videos de factura casera (con Charly, Sandro, John & Yoko, Luis A. Spinetta, etc.) y dibujos animados, entre otras. Esta disposición solo se vio modificada en tres ocasiones: los momentos solistas de Pedro, aquel en que sólo fue acompañado por su tecladista (“Cuando el amor”, último bis) y -hacia el final formal- para la primera parte de “Hydra”, que reservaré para su oportuno comentario. Musicalmente, está claro que todo estaba dispuesto para el lucimiento instrumental del protagonista de la noche, sin que esta afirmación vaya en desmérito de los integrantes de su banda de apoyo (a quienes podría caracterizar de un habitual perfil bajo). Es bien conocida la performance de Pedro Aznar en cuanto a alternar su habitual rol (base) de bajista con el de guitarrista (mayormente a cargo de acústicas y clásicas, reservando las eléctricas para Coqui Rodríguez) y ocasionalmente tocando los teclados [“Rencor”, “I Am The Warlus” y “Ya No Hay Forma de Pedir Perdón”], destacándose en todos por igual así como en el canto; siendo escasos los acompañamientos corales necesarios (a cargo de Andrés Beeuwsaert y Julián Semprini). No hubo invitados, a diferencia de lo que suele ser frecuente en este tipo de presentaciones.
Ingresando a la segunda mitad del show, una seguidilla de covers internacionales y nacionales tuvo un extenso tiempo en el repertorio ofrecido: arrancando Pedro sólo en sus teclados con “I Am The Warlus”, seguido de su versión en español de la exitosa canción lenta “Sorry Seems To Be The Hardest Word” de Elton John -en la que re-ingresa su tecladista para hacer las orquestaciones- y luego “Jealous Guy”, ya con toda la banda completa de vuelta en el escenario. Para cantar “Credulidad” (Cover de Pescado Rabioso, 1972), las imágenes del flaco Spinetta se sucedían unas a otras en la pantalla y la banda se lucía en toda su dimensión. Las ovaciones y aplausos, con público (eufórico) de pié, coronaron el final de esta canción con una de las más actuales fotos tomada a Luis, permaneciendo estática en la pantalla trasera. “Vos Sos mi Amor” (Cover, versión en español de “The One I Love” de David Gray) sirvió para “atemperar” las emociones y dar por concluida esta selección de covers, encaminándonos hacia el final formal de la presentación.
Una nueva y última visita por “Quebrado”, interpretando el tema homónimo (otro clásico de sus shows) y “Perros del Amanecer”, integran el segmento final y sirven de antesala al último contacto verbal con el auditorio. Pedro se dirige a nosotros y nos anticipa data acerca de “Hydra” y “Ahora”, la canción. Retoma aquella conversación previa a “Rencor” y formula una filosófica reflexión acerca de cómo se concibió el tiempo, a lo largo de la historia, y el significado del “Ahora”, apelando al significado que para el sentir interior del propio ser humano tiene. Y, para ello, nos solicita silencio y concentración en la última nota, que se extenderá en el tiempo y marcará (así) el final mismo del show. De pronto, él y todos sus músicos –en plan “desenchufado”, con guitarras varias, charango, bajo acústico- se sientan en el borde del escenario (cuan reunión “de fogón”) y, con la sola toma de un micrófono de aire, se disponen a tocar y cantar la primera parte de “Hydra” , dejándonos boquiabiertos a todos los asistentes[3]. Luego, paulatinamente, empezando por Alejandro Oliva, todos los músicos van retomando sus instrumentos para proseguir y culminar la canción, en una propuesta visualmente tan impactante como llamativa. Y “Ahora” (la canción) llega proclamando inevitablemente el final, con todos sus trucos vocales de su intrincada letra, el protagonismo de sus arreglos percusivos (Andrés Beeuwsaert colaborando también) y el solicitado silencio en la última nota, sosteniéndose en el tiempo. ¡Qué inusual manera de concluir un concierto!
Para quienes asistimos a esta fecha tuvimos la fortuna de recibir tres, de diferente estilo en cada uno de ellos. Proyecciones televisivas en blanco y negro de Los Shakers en pantalla nos anuncian “Rompan Todo”, en una versión que incluye la voz de Sandro para cantarla en simultáneo con la interpretación instrumental de la banda en pleno sobre el escenario. Su canto, acompañada de imágenes de sus distintas actuaciones en su carrera (con sus reconocidos movimientos de caderas y pelvis a lo Elvis) y de un video casero, de la época en que grabaron con él, junto a Charly García. Excelente “mini-tributo” para un grande de los orígenes mismos de nuestro Rock. Una nueva salida, esta vez solo y acompañado de su guitarra acústica, fue para deleitarnos con “Blackbird”, en una versión que no dista mucho con las ofrecidas en otras oportunidades (por ejemplo, tuve el gusto de verlo hace pocos meses atrás, en un Teatro de Adrogué, en el marco de su Gira Unipersonal) e incluyendo imágenes y el canto de los mirlos. Y finalmente, tras una larga e insistente ola de ovaciones, cánticos y aplausos, una última salida a escenario, acompañado por su tecladista para obsequiarnos esa perla, esa exquisitez del álbum, titulada “Cuando el Amor”. Un Aznar pleno, inspiradísimo, presumiblemente con sus ojos cerrados y sus brazos extendidos (en una clara señal de éxtasis), durante su magistral vocalización. Extendidos, como queriéndonos abrazarnos a todos, en comunión. A modo de cierre de una presentación perfecta, como no podía ser de otra manera.
Burzaco, 16 de Diciembre del 2012
[1] Todos los músicos de la banda de Pedro tocaron instrumentos de cuerda varios acústicos (guitarras, bajo, charango) en la primera parte de la canción “Hydra”, para luego pasar paulatinamente a sus propios instrumentos en la segunda parte.
[2] En principio, se estipularon tres fechas para este ciclo de cierre: el 1º, 7 y 8 de Diciembre. Pero dado el éxito de convocatoria que tuvo la venta de entradas, se agregaron dos fechas más (ésta que comentaré y el 15 de diciembre) y -sobre la marcha- otra más para el 21 de Diciembre.
[3] Esta disposición puede ser llamativa y un bonito detalle de color, a nivel show. Pero no sorprende a ciertos aficionados de la música, particularmente del Rock Sinfónico-Progresivo y más concretamente de Robert Fripp, por cuanto se asemeja y mucho a la propuesta que La Liga de Guitarristas Crafty Guitars suele ofrecernos, en sus varias visitas a y clínicas musicales en nuestro país (dirigidas por nuestro compatriota Hernán Nuñez)