N.E.A.R.
FesT 2000
Diario de Viaje
Luego de un tedioso y congestionado tránsito en automóvil de más de tres horas desde New York, llegamos al estado de Pensilvania, ciudad de Batelheim, el viernes 16 de junio por la tarde – noche.
Vimos
casi inmediatamente una pequeña pero agradable ciudad de bajos, dedicada casi
mayoritariamente a la producción de acero (ahora en franca retirada).
Conformada por pintorescas casas, y poca gente visible.
El
festival más importante del año en cuanto a cantidad y calidad de bandas
participantes estaba en ciernes.
Casi al mismo tiempo que nosotros llegaron al hotel principal, nuestros amigos de Anekdoten, Par Lindh, los Iluvatar, y se nos presentó al amable Mr. Paul Whitehead autor del arte gráfico de Trespass, Nursery Cryme y Foxtrot de Genesis...
Se
iba conformando un ambiente optimo para la fiesta.
La
inauguración del festival se realizó en un pub del centro de Batelheim llamado
“Cocodrile Rock Café”, un centro de diversión local, con un bar, una
disco, salas de juego y un par de escenarios para show.
En
ese ámbito se presentaron el cuarteto fusión francés llamado “Priam” y la
reunión del resucitado grupo “Echolyn”. Desgraciadamente lo apretado de
recinto, el calor y el amontonamiento de gente nos impidió apreciar y disfrutar
los shows como para volcar una mínima opinión.
En
un curioso horario para nuestra costumbre (salvo los que recuerden los shows de
rock en Bs. As. en los setentas, claro) diez de la mañana, llegamos al moderno
e imponente complejo llamado “Zoellner Arts Center”, con varios pisos de cómodas
cocheras, un teatro para más de mil personas cómodamente sentadas, y dos
amplias salas dispuestas para puestos de venta, en donde se ubicaron los sellos
discográficos (Musea, Laser Edge, Cuneiform, InsideOut, etc.), las
publicaciones (Mellotron, Progression, Exposé, etc.), las propias bandas, entre
otros participantes.
La
impecable organización voceaba cinco minutos antes del comienzo de cada show,
la segunda edición del North East Art Rock Festival estaba por principiar.
·
North Star
·
D. F. A
·
Iluvatar
·
Anekdoten
·
Happy The Man
A
las once de la mañana en punto arrancó la banda norteamericana North Star, con
impecable sonido y sala bastante llena.
Presentaron
un prolijo set de una hora de duración, con un sonido en principio cercano a la
línea “Genesis – Marillon” y luego virando a partes instrumentales,
conformando un muy buen show de apertura, aceptado por el público.
Luego
de los rigurosos cuarenta y cinco minutos de intervalo, en donde la gente tomaba
algún refrigerio, visitaba los puestos de venta y los agradables patios del
lugar; mientras se acondicionaba la sala y se realizaba la prueba de sonido de
la siguiente agrupación.
Llegaron
entonces los italianos de D. F. A. Quienes con acordes de su segundo disco Duty
Free Area iniciaron su espectáculo.
Con
un sonido próximo al jazz rock, y temas en su mayoría instrumentales,
redondearon con material de sus dos trabajos de estudio un agradable show.
Receso
y nuevo turno, ahora de nuestros conocidos Iluvatar, quienes arrancaron con
temas (hicieron tres) de su nueva obra “A Story Two Days Wide”, además de
los festejados clásicos “The Final Stroke” o “Haze” entre otros.
Despertaron una buena respuesta en la gente y conformaron un buen set.
Sería
entonces el momento, en el cierre de la primera parte, de un cambio estilístico,
con la actuación de la banda sueca Anekdoten.
Brindaron
un duro y ajustadisimo show de una hora y media, bastante similar al realizado
en el Buenos Aires Prog 99 y el Río Art Rock Festival del mismo año.
Desfilaron las nuevas creaciones “From Within”, “Hole” y las viejas como
“Old Man & The Sea”, “Book of Hours”, con gran potencia y bellos
climas, que fueron ovacionados de pie.
Luego
de un quiebre de dos horas para la “cena” (a las 19hs!) llego una de las
principales atracciones del Near Fest, la reunión de la legendaria banda
estadounidense "Happy the Man" luego de muchos años, y sin dudas que
no defraudaron la expectativa.
Con
sus miembros históricos más la sangre nueva del joven y virtuoso tecladista
Dave Rosenthal, entregaron un preciso y bello set de casi dos horas, con temas
viejos y nuevos, particularmente en estos últimos brilló la nueva savia
proporcionada por Rosenthal al grupo, con agregado de pimienta y sinfonismo a su
conocido jazz rock progresivo, arrancando varias ovaciones de la concurrencia,
que los tiene como hijos dilectos (junto a Kansas).
Merece
un aparte el nuevo tecladista, excelente instrumentista, de gran presencia escénica,
que brindó un solo de piano eléctrico basado en clásicos de cámara que nos
dejó boquiabiertos.
Un
cierre de lujo para un día de alto vuelo.
·
Nexus
·
Thinking
Plague
·
Il
Balleto Di Bronzo
·
Par
Lindh Project
·
Transatlantic
Día
“D”, por la importancia de los grupos reunidos, por el proyecto
Transatlantic, y por nuestros amigos y compatriotas de Nexus cuya delegación
tuvimos el honor de integrar.
La
prueba de sonido se inició poco más allá de las nueve de la mañana, con gran
voluntad y entusiasmo de los técnicos del festival y la atención de sus
amables organizadores.
Se
vivía un clima de expectativa e impaciencia, todos los detalles se ajustaron
para lo que vendría.
Con
gran puntualidad, a las once A.M. con el teatro casi colmado, presentados con
gran atención y entusiasmo por La Duca y Hutchinson, procedió Lalo Huber a
arrancar sus característicos climas de teclados, hasta que con todo la potencia
arrancó Nexus un show que sería memorable y consagratorio.
El
público sentado al principio comenzaba a aplaudir de pie con el paso de los
temas, calentándose el clima y la sala a medida que pasaban los tracks de Detrás
del umbral, hasta brindar verdaderas ovaciones a Nexus.
Tanto
Lalo como Mariela González tuvieron el tino de explicar en inglés el concepto
del disco a la gente con cual terminaron de derribarse (si los hubo) muros
culturales o idiomáticos (si se quiere), imponiéndose el espectáculo integral
(puesta, luces, concepto musical, cambios de vestuario, hasta el “Final
Americano” de Mariela arrojando varias remeras a la platea), que sin dudas
ubica al grupo a la altura de las mejores bandas progresivas del mundo. Un
orgullo.
Con
el escenario caliente, luego de la interrupción, fue el momento de la exótica
banda, oriunda de Colorado, U.S.A, Thinking Plague y su magnífico show que en
alguna gente dividió las aguas, en amor u odio.
Nosotros
nos ubicamos en la primera opción. Thinking Plague es una banda que entrega
experimental y osada música, nada fácil y absolutamente progresivos
taxativamente hablando, con una formación de bajo y batería (cuyos respectivos
músicos se intercambiaban), vientos (Clarinete la mayor parte del tiempo,
flauta y saxo soprano), guitarra eléctrica, teclado y acordeón!
La
especial voz de Deborah Perry, difícil en un comienzo pero que atrapa con el
correr de los temas, nos introduce en una música propia, que toma condimentos
del jazz, melodía atonal y el uso de las disonancias, conformando un coctail
muy sabroso. En definitiva un gran show.
Luego
fue el turno de otro espectáculo memorable, los esperados italianos de “Il
Balleto Di Bronzo” legendaria banda formada a fines de los sesentas,
conformada hoy por uno de sus miembros históricos (sin ser fundador, ya que se
incorporó en el segundo disco “YS” de 1972), el tecladista, vocalista y
“actor” Gianni Leone, quien junto a dos nuevos miembros en formación de
“trío de hierro” (teclados, bajo, batería) brindaron un espectáculo
fascinante, lleno de brillo, con todo el histrionismo y concepto de show de
Gianni. Entregando clásicos como “Secondo Incontro” y temas nuevos, que
hicieron vibrar al auditorio y a sus colegas, esperando más de Il balleto en el
futuro.
El
cierre de la primera parte, fue para los amigos del Par Lindh Project
Renovados,
con nuevo guitarrista y bajista, abrieron con dos temas nuevos, de gran belleza
y fuerza, en la línea de sus últimos trabajos, y con la novedad de contar con
la voz y además el violín de Magdalena Hagberg brillando como siempre.
Hubo
lugar para los requeridos y conocidos temas como “Baroque Impression No 1”,
partes de la hermosa suite “Mundus Incompertus” donde Par emocionó con sus
teclados y los sonidos de órgano de iglesia;
y para el exitoso “Bilbo”, redondeando una performance notable de
cortisima hora y media.
Fue
el tiempo del quiebre para la cena, la expectativa iba en aumento.
Cerca
de las veintiuna y treinta horas, se apagaron las luces, y como una explosión
arrancó el supergrupo Transatlantic.
Con
una formación casi en línea en el escenario, Morse, Stolt, Trewavas y Portnoy
desgranaron los temas de su disco homónimo, más esperados temas de cada una de
sus respectivos grupos ( Spock’s Beard, Flower Kings, Marillon y Dream
Theater) cantado por su correspondiente integrante, más un par de covers,
“Strawberry Fields” de The Beatles y “Firth of Fifht” de Genesis, este
último como bis y lamentablemente poco afortunado (Después nos contaría Morse
que casi no hubo ensayos).
Y
a pesar de reiterados problemas técnicos, principalmente en el micrófono inalámbrico
de Morse, redondearon un aceptable set, cerrando muy felizmente un estupendo
festival, con una gran organización, lleno de música para el amplio disfrute,
y que es de esperar se repita el próximo año.
Quizás en el “Debe” hayan quedado: las luces, un tanto austeras para el singular evento, la agrupación de muchas bandas en un día que lo hace muy largo y quizás implique un esfuerzo extenuante, lo recomendable sería dividirlas en tres jornadas, y el lugar poco propicio de la fiesta inaugural.
Pero
sin dudas el “Haber” es abismalmente mayor, la posibilidad de gozar de diez
de las mejores bandas progresivas del mundo, disfrutando su música y
conviviendo con ellos por tres fantásticos días, la posibilidad de tomar
contacto con el “mundillo progresivo”, sellos, publicaciones, fans de todas
partes, y obviamente para nosotros, la consagración internacional de nuestros
estimados amigos de Nexus.
Todo
a la sazón de una visión que nos entrega un constante crecimiento del
progresivo en todas partes y direcciones. Esperamos seguir comprobándolo, la próxima.
Gustavo Bolasini