Jinetes Negros
Presentación Oficial De “Tawa Sarira”
Teatro Del Viejo Mercado – Buenos Aires, 13 De Julio Del 2013. 21 Hs.
Por Hugo Lagar.
Afiche de Difusión. Derechos Intelectuales pertenecientes a Jinetes Negros – Ricardo Penney
Repertorio: Tawa Sarira (Intro) – Juez de los Malos – Corazón y Naranjas – Canción del Océano – Suene Tu Milagro – Shawarma – Amada Inmortal – Luna de India – El Eterno Retorno – Esas Trampas – Las Cuatro Verdades – El Velo – Purgatorio – A Los Ojos Bellos – Tawa Sarira (Outro).
Músicos: Alex Yamashiro (Bajo + Coros) – Eduardo Penney (Guitarra + Coros) – Marcelo Ezcurra (Voz + Guitarra + Percusión) – Octavio Stampalia (Teclados + Coros) & Ricardo Penney (Batería + Coros).
Invitados: Charly Moreno (Coros, Voz en una canción y Percusión) & Celeste Catoia (Coreografía y Recitado).
Anoche tuve mi primer “jineteada” (denominación cariñosa que los prog-fans locales emplean cuando se asiste a un show de los Jinetes Negros); y fue nada más y nada menos que para la presentación oficial de su excelente cuarto álbum de estudio: “Tawa Sarira” (“Cuarta Dimensión” ó “Cuarto Estadío”, en español, editado en febrero de este año por Viajero Inmóvil Records). Como siempre, mi inquietud al asistir es ver cómo se las arreglan en vivo para interpretar una obra que -en estudio- es brillante, aún cuando en estos tiempos acepto que la tecnología venga en ayuda para reproducir ciertos fragmentos, arreglos. En este show, sólo para reproducir las partes de vientos.
Acá me he llevado una maravillosa sorpresa que un disco en estudio no puede reproducir y es la garra, la potencia, la emotividad y la pasión con que estos músicos y sus invitados se desenvuelven arriba del escenario. Jinetes Negros en vivo es como me han dicho: muy superior a cualquier registro en estudio que se puede escuchar (y eso que “Tawa Sarira”, reitero, es un álbum excelente), en todas sus líneas. El nivel de sus músicos es equilibrado, si bien queda claro quién y en qué canción o momento debe sobresalir por las propias características de la composición de las canciones que tocan. Uno supone que no debe ser fácil alcanzar el nivel vocal y coral en vivo que esta banda tiene como virtud en sus producciones discográficas; y, al verlos/escucharlos, termina equivocado en sus presuposiciones: Marcelo es impecable como voz líder, de amplio registro, y los demás músicos (salvo Alex Yamashiro, de escasa participación en el rubro) realizan una labor coral con mayor impronta que la del disco en sí mismo. Inclusive Charly Moreno (invitado) tuvo su protagónico momento en voz (co-cantando), durante la presentación.
Grupo e invitados recorrieron estrictamente el repertorio del álbum objeto de presentación oficial y tan sólo añadiendo la lectura de textos Zen o recitado de poesía de J. L. Borges, debido a que la organización del “Teatro del Viejo Mercado”[1] tenía compromisos de agenda artística asumidos y debían respetarse a raja tabla. De modo que señalar puntos o momentos altos de un álbum parejo en su calidad artística musical depende de la preferencia o gusto de quienes asistimos. No negaré que las piezas del disco que me gustaron más cautivaron mi atención: las iniciales “Tawa Sarira (intro)” y “Juez de los Malos”, como las épicas “Amada Inmortal”, “El Eterno Retorno” (conocida por ser cortina de apertura del programa radial “El Retorno del Gigante”), “Las Cuatro Verdades” ó la calma “Suene tu Milagro”; sin pasar por alto la enfática, épica, agresiva y rica en matices “Purgatorio” ó la impresionante “A Esos Ojos Bellos”, con vagos versos de canto combinado italiano y español, reservadas para coronar el final del concierto. Pero el hecho que destaque dichas canciones no significa restarle valor al resto y vaya que lo tienen.
Como fue mi “primera jineteada”, me llamó mucho la atención la garra que Marcelo Ezcurra le ponía a su voz en las interpretaciones, las expresiones de su rostro, así como su facilidad para tocar cualquier instrumento que le pusieran en sus manos (pasaba de la guitarra eléctrica a la acústica en un santiamén, alternaba tocando cualquier instrumento percusivo), un versátil de aquéllos. La base (Alex y Ricardo Penney) funcionaba a la perfección, mientras que Eduardo Penney lo observé muy preciso, prolijo y puntilloso en primera guitarra (a veces haciendo un tándem formidable junto a Marcelo). Algunos asistentes, que tienen varias “jineteadas” a cuestas, me contaron la evolución impresionante que advirtieron en Octavio Stampalia en teclados; tomándome por sorpresa porque me pareció un virtuoso de primera. Pero, siendo justo y honesto, me cuesta destacar un miembro por sobre otro ya que los seis músicos (incluido Charly Moreno, invitado) pusieron alma y sangre a sus performances, evidenciándose hoy por hoy como una de las bandas mejor exponente de la escena prog-local y de apta proyección internacional. Esa puesta es algo que sólo se puede vivenciar estando allí, viéndolos cara a cara. Ningún DVD podrá reproducir o transmitir esa atmósfera.
Escribí “DVD” y no por azar. El concierto fue filmado por un equipo técnico de Televisión profesional (convocado a tales efectos) y grabado en el Estudio que el Multiespacio Artístico del Teatro tiene[2], sin que dichas tareas interfieran en absoluto con la visión del espectador al escenario. Si ello tiene por finalidad la edición de un futuro registro pluri-formato (DVD + CD), es algo que -por ahora- sólo está en la mente de los Jinetes Negros, ya que no hicieron referencia alguna en sus escasas inserciones verbales entre tema y tema.
Si me refiero a la faceta escenográfica, debo afirmar que la banda ha sabido bien aprovechar los 52,31 metros cuadrados (m2) que tiene ese escenario: ornamentó con íconos provenientes del arte de tapa del álbum, dispuso de una pantalla trasera que acompañó con imágenes y versos alusivos a las canciones que iban interpretando y contó con la vistosa actuación coreográfica y recitados de Celeste Catoia. En la actualidad, por más que todo haya sido dispuesto para concentrarse en la música –en definitiva, lo más importante-, no puede un grupo y/o solista desentenderse de estos recursos artísticos mencionados. Y en el caso de esta presentación oficial fueron bien aplicados; tanto como el singular detalle de ofrecer en las mesas un souvenir recordatorio de la ocasión.
Aún cuando –como he afirmado- el show se ciñó sólo a la presentación del cuarto álbum, con “Tawa Sarira” (Outro) en una versión instrumental como acompañamiento a las palabras de Octavio Stampalia para presentar a cada uno de los protagonistas del concierto, todos salimos plenamente satisfechos de semejante performance. Desde la perspectiva de espectador, destaco que fuimos demasiado respetuosos durante las interpretaciones (silencio total) pero no así una vez que las canciones concluían. De hecho, permanecimos un largo rato algunos -en antesala del Teatro y en la vereda- esperándolos para felicitarlos y dialogar un poco, mientras que ejemplares de “Tawa Sarira” se vendían como pan caliente. La predisposición de la banda para con su público es un hecho tan elogiable como su previo show en vivo: hemos charlado, hecho jodas, sacarnos varias fotos, sin que alguien mirara un reloj.
¡Todavía no entiendo cómo no los he descubierto antes! Será cuestión personal de recuperar todo ese tiempo perdido que media entre su primer álbum homónimo y su excelente presente. Jinetes Negros: ¡Muchas gracias por su música y larga vida!
Hugo Lagar
Burzaco, 14 de Julio del 2013.
[1] Teatro del Viejo Mercado – Lavalle 3177 – Barrio Porteño del Abasto – Buenos Aires, Argentina. Para mayor información: www.teatrodelviejomercado.com
[2] Los invito a que se interioricen del equipamiento técnico del Teatro picando en el link “Contactos” del portal web mencionado en la nota anterior.