Baja Prog 2008
Por Gabriel Costa (Bajista de 2112)
DIA 1 - VIAJE DE IDA AL
PARAISO PROG
El 26 de marzo arrancó el Baja Prog. Tocaron Platurno de Chile y Prisma de
Suiza en el Hotel Araiza y Cast, los anfitriones, Alonso Arreola de México y
los polacos Riverside. Lamentablemente a nosotros nos tocó viajar ese día y
nos lo perdimos todo, incluso la fiesta de bienvenida que se hizo la noche
anterior. Esa madrugada no pude dormir. Entre que terminamos de editar con el
director del video de Obras un extracto para llevarnos para allá (de menos de
15 minutos, el show dura un total de 30) y la grabada de demos (edits de tres
temas del nuevo disco que pronto colgaremos de MySpace), armado de valijas,
etc., etc. A las 6 AM ya estábamos cargando los petates en el flete para
arrancar hacia Ezeiza. Una vez llegados, realizamos los tramites de rutina y nos
subimos al avión que nos cruzaría a Santiago. Era mi primera vez de viajar en
avión (anteriormente había viajado en algún puente aéreo, pero no es nada en
comparación) y la verdad no tenía ningún temor ni inquietud al respecto. Ese
viaje lo recordaré siempre por la cruzada de la Cordillera de los Andes,
alucinante el ver esa tremenda extensión montañosa con sus cumbres nevadas,
casi infinitas. No pude evitar pensar en mis compatriotas accidentados en el
Fairchild, que sobrevivieron en condiciones infrahumanas mas de 70 días en esos
valles en el cielo, pero ni así sentí inquietud alguna. Vi el Aconcagua
bastante de lejos, igualmente impresionante! Luego de una pequeña escala en
Santiago cambiamos de avión e hicimos el tirón mas largo hasta el D.F.... 8
horitas y pico de vuelo. Por suerte, en los respaldos de los asientos había una
pantallita muy mona en donde uno podía elegir películas, series, música y
juegos diversos. Del audio pasé porque la calidad era malísima. No pude con mi
genio y me clavé Beowulf, pero me pareció un mala. No se si sería lo mal que
se veía (la pantalla era 4:3 o 16:9 estirando el otro, no el widescreen
original), la animación mas bien pobre, injustificada e innecesaria o el sonido
malísimo de esos auriculares! A raíz de eso decidí ver alguna peli que ya
hubiera visto, no iba a desperdiciar otra primera mirada con esa calidad tan
baja de video y audio, así que opté por la revisión de la brillantísima
"Citizen Kane" de Orson Welles, creo que la mejor película jamás
realizada. Comimos bastante bien, bebimos buen vino (hasta Hipólito se clavó
una copita, jaja!!). Algunos no pudieron dormir en el viaje (yo unas cuatro
horitas me hice) entonces llegaron al DF bastante filtrados, pero la onda que
teníamos era elevadísima. Llegamos a la terminal internacional del aeropuerto
de la Ciudad de México y tuvimos que hacer un viajecito de unos 6 minutos en
tren aéreo hasta la terminal de vuelos nacionales. Esperamos un par de horitas,
ya teníamos tres de diferencia con Buenos Aires, estábamos bastante agotados y
encima Luciana Parodi, nuestra manager, nos anuncia vía SMS que la producción
del festival se había comunicado con ella para que nos avise que no nos podían
ir a buscar al aeropuerto, por coincidir nuestra llegada con el show de
Riverside ("nos perdimos a Riverside, buaaaaaa!!!" pensé "y
encima ahora llegar y quedar en pampa y la vía pero de Mexicali", lo que a
la postre terminó siendo un pensamiento demasiado fatalista). Abordamos nuestro
vuelo a Mexicali, dónde la evidencia de que estábamos ya en territorio
mexicano se hizo notable con la cena en el avión: estaba picante como tribuna
en día de clásico! El vuelo se dio sin contratiempos. Arribamos pasada la
medianoche a destino con un par de horitas mas de diferencia, ya cinco con casa,
y contra lo que nos habían anunciado durante el viaje allí estaba el hombre
encargado de conducirnos al Hotel Araiza, sede del festival. Ya su trato con
nosotros nos hizo sentir cómodos y como en casa, lo cual, créanme, es genial
luego de 22 horas de viaje. El sueño estaba en marcha, pero estábamos
demasiado cansados como para comprenderlo cabalmente. Llegamos al hotel y un
rellenito progfan de Fort Lauderdale, Florida, nos abordó en busca de que firmáramos
el "booklet" ofical del Baja Prog; una guía con la descripción y
ficha técnica de las 17 bandas, la cual no pudimos lamentablemente obtener (si,
eso me dolió en alma) y sacarse algunas fotos con nosotros, algo que nunca me
había pasado en mas de 15 años de andar tocando rock por ahí. Mientras hacíamos
el “check in” llegó Riverside al hotel, pero ya estábamos bastante pasados
y nos fuimos a las habitaciones, Seba y yo al 5º piso, Juan Tambussi y Sergio
Moscatelli al 6º piso. Esa noche dejamos a Hipólito descansando cuerpo y
garganta en la habitación y nos fuimos el resto a dar una vuelta de
reconocimiento. Pero antes de hacer tres cuadras ya estábamos volviendo porque
divisamos una trifulca a la salida de un boliche que no nos gustó nada,
en medio de risas, bromas y un clima de disfrute que compartimos en todo momento
de nuestra estadía y que fue clave para que, al día siguiente, los 2112 no nos
desmayáramos en plena presentación de nuestro set "demasiado-heavy-para-los-prog-demasiado-prog-para-los-heavies"
pero encima, dados vuelta de sueño luego de viajar un día entero y aún sin
irnos a la cama.
DIA
2 - TARDE
2112 EN EL BAJA PROG
Dormimos poco la mañana del 27, quizás por la excitación, la adrenalina, vaya
a saber uno... Cuando abrí los ojos, a eso de las 7:45, Sebas estaba bañado y
listo para bajar, yo estuve un rato remoloneando (me había dormido tipo 3).
Cuando salgo a tomar el ascensor me encuentro con Alonso Arreola, que había
tocado la noche anterior en el teatro y fue la sensación del Baja Prog. O al
menos la grata sorpresa. Carita de resaca el muchacho, estrechamos manos, nos
presentamos y me obsequió su disco de LaBA. En eso aparece Juan y en el
ascensor Sergio y Seba. Mientras bajábamos y luego en el lobby, Alonso nos contó
sobre el proyecto de su disco, que es gratuito. Cada track fue pagado por un
sponsor (o "benefactor" como le llamaba él) y así cumplió su
cometido de editar un disco sin valor en plata. Muy interesante propuesta. Del
disco les hablaré mas adelante porque vale la pena detenerse en esa obra.
Finalmente, tipo 9:00 AM llega Eleanora, del staff, que andaba buscándonos para
entregarnos el "sobre" que nos correspondía (acreditaciones y otras
yerbas) y anunciarnos que en ¡media hora! teníamos que estar en la prueba de
sonido. Le dijimos que aún no nos despertábamos del todo y que queríamos
desayunar algo, no hubo problema. Una vez desayunados (conseguimos unas
medialunas rellenas que estaban buenas, con café americano) nos dirigimos al
predio del escenario del Hotel Araiza. Allí se levantaba el lugar dónde habríamos
de presentarnos en apenas cuatro o cinco horitas. Técnicamente un lujo: batería
DW como nueva, equipo de bajo Tracey Elliott, un Soldano de guitarra, abundante
monitoreo. El sonido para afuera era tremendo, con dos torres laterales muy
modernas y subwoofers debajo del escenario. La prueba de sonido transcurrió
tranquilamente, todo sonaba muy bien, la onda del staff de sonidistas era la
mejor. Otro mundo, mis amigos, dónde realmente se trata al músico como artista
y no como si se le estuviera haciendo un favor.
Terminada la prueba, nos quedamos conversando con el anfitrión, Alfonso Vidales,
un caballero de verdad, y con varios de su equipo que estaban instalando la
carpa de venta de CD's de Cast, al lado de la de la radio 98.3 FM, la oficial
del evento. Allí conocimos a los chicos de Anima Inside de Ecuador (baterista y
guitarrista, todavía no había llegado el resto y el tecladista no pudo viajar
pues le negaron la visa en México), que nos contaron su increíble experiencia
como soportes de Deep Purple en su país. Pibes humildes y entusiastas que tendrían
su prueba de fuego al otro día. Al rato llegaron los japoneses de Djamra a
probar sonido (ellos abrirían ese día)... Entendían poco de inglés y nada de
español, pero igualmente fueron muy amables y conversamos un poquito previo a
su soundcheck. Nos fuimos a descansar un rato a la habitación y sobre las 13:00
bajamos a instalar nuestro puesto de venta de cd's. El staff de Cast nos cedió
amablemente un lugar de su mesa a tal efecto y entonces recorrí un poco el
predio. En la parte de atrás estaban los puestos de venta de comida (tacos,
principalmente) y bebidas (cervezas, gaseosas y agua) y varios puestos de venta
de CD's y DVD...
De repente empiezan a sonar los altoparlantes con la presentación de Djamra...
Muy profesional!! Un locutor leyó la información que está publicada en la página
oficial (www.bajaprog.org)
y que aparecía en el "booklet" informativo, con la salvedad de que lo
hizo en castellano y en inglés también. Recuerdo que con Sebas quedamos muy
impresionados con la presentación, algo que él siguió remarcando cada vez que
la escuchaba. Nos hubiera gustado traernos un cd con las 17!!
Arrancó Djamra, vestidos de carniceros (delantal y botas incluídas),
tecladista con gorro de cocinero y el resto con máscaras de "catch"
de colores. Batería, bajo, guitarra, teclas y un saxo al frente llevando la
melodía. Una banda interesantísima, capaz de pasar del mas vertiginoso ritmo
de jazz a pasajes minimalistas y luego explotar en frenesís instrumentales de
una potencia arrolladora. Me encantó su propuesta, de las mas originales y
frescas que se presentaron en el festival. Una banda de R.I.O. (me hizo acordar
a Henry Cow en algunas cosas), avant garde y jazz/fussion. Los invito a darles
una escuchada en www.myspace.com/djamrajapan.
Terminado el show de los japoneses, nos tocó el turno a nosotros.
Hacían cerca de 36º de calor. El sol pegaba de frente al escenario (las
máscaras de catch les habían durado un tema a los Djamra, que se las retiraron
sofocados) y picaba de lo lindo... La adrenalina del momento disimulaba la falta
de sueño y el cansancio acumulado. Comenzó a sonar la presentación. Nos mirábamos
entre nosotros, todavía algo incrédulos. Llegaba el momento de la verdad: 2112
haría por fin su presentación en el mejor y mas importante (EMHO) festival
progresivo del planeta. ¿Cómo nos recibirían? ¿Podríamos transmitir a pleno
día y en las condiciones físicas que estábamos la energía de nuestra música
"muy prog para heavis muy heavy para progs"?
Arrancamos con "Doble Tiempo", una canción con groove "midtempo"
que estará en el 4º disco con poco de prog, mas bien para levantarnos a
nosotros y ponernos arriba. Como la venimos tocando mucho en vivo, nos pareció
un buen tema para arrancar. Pero después había que tirar alguna bomba prog y
elegimos "Hollow" de Glory Lies Ahead. La cosa venía bien, la gente
aplaudía y se aguantaba el sol y el calor. La cosa siguió tranquila, nosotros
nos divertíamos (quizás sin el histrionismo que demostramos habitualmente en
el escenario) y esperábamos que la gente lo pasara bien. El solo de batería de
Sergio Moscatelli levantó bastante los ánimos y la seguidilla final, que incluía
mi favorita "Canción del Espacio Para Cantar Con Amigos" y el
caballito de batalla "Payasos Asesinos del Espacio Exterior" sonó
potente y directo (ojo, todo esto son apreciaciones mías, totalmente
subjetivas. La mayoría de la gente no conocía las canciones, o sea que le daba
lo mismo cual iba primero o después y el significado que pudiera tener para
nosotros!) para terminar con Christine Watkins, que irá al próximo álbum y
que también hemos venido tocando durante todo el 2007. Al sonar el último
acorde me pareció escuchar que el tibio aplauso devenía en ovación y de
pronto un grupo de 30 o 40 chicos de entre 17 y 25 años se agolparon al costado
del escenario esperando nuestro descenso. Allí estuvimos largo rato sacándonos
fotos con ellos, firmando programas y discos, hablando en español y en inglés
con gente de distintas procedencias... Algo bastante surrealista si pensamos que
en Buenos Aires tenemos que remar muchísimo para llenar lugares con capacidad mínima
y dónde el público progresivo (el que participa en foros, grupos o asiste sólo
a shows internacionales) jamás dice presente.
Como dijo Seba, teníamos la sensación de misión cumplida. Levantamos nuestros
"tacos" del puesto de comida (ya se estaban yendo, menos mal que los
agarramos a tiempo, que hambreee!!) y nuestra Coca del puesto de comidas y nos
sentamos al costado a saborearlos, mientras la gente se retiraba del predio a
descansar para lo que se venía a la noche. El sueño cumplido: tocamos en el
Baja Prog!
DIA
2 - NOCHE
A las 18:30 hs. del 27, Fernando Dueñas, puntual cual englishman, nos pasó a
buscar por el hotel para dirigirnos al Teatro del Estado. A Fernando lo conocía
"virtualmente" del grupo Música Progresiva, con sede en Costa Rica
pero con participantes de varios países de América Latina y otras partes del
planeta. Fue un gustazo conocerlo, un tipo amable y sencillo que estuvo siempre
a disposición y con la mejor onda. Gracias Fernando!! Ya nuestro cansancio era
monumental y sólo la adrenalina de la tarde y la sobreexcitación nos mantenían
en pie. Llegamos al Teatro, nos encontramos con Lupita Acuña quien nos ofreció
(nuevamente) que expusiéramos nuestros discos y t-shirts en la mesa de Cast
cuando se pusiera en marcha la sección merchandising, entre show y show. Un
muchacho que luego reconocí en alguna foto del foro República Progresiva (como
no se su nick, no pude identificar su prosa) se nos acercó con muy buena onda
para felicitarnos por el show y decirnos que había tomado algunas fotos y
videos de nuestra performance. Charlamos unos momentos con él hasta que
anunciaron el comienzo del siguiente acto, los andaluces Omni, liderados por el
tecladista Alberto Márquez, con una primera guitarra muy melódica (mezcla de
Latimer y Gilmour quizas) a cargo de Michael Starry, que además resultó ser un
personaje de lo mas entrañable, como luego comprobáramos en la convivencia del
Hotel Araiza. A destacar la presencia de Pepe Torres en vientos, quien también
se desempeña en Cast, que le da a Omni una atmósfera maravillosa. Disfruté de
su show cameliano y aproveché el momento para bajar un poco. La música
instrumental de Omni me arrulló al punto de que por momentos mis ojos se
cerraban, no por falta de interés, sino de puro disfrute y cansancio. Luego de
Omni, la hora de la venta... Allí conocí al editor de la revista Exposé,
Peter Thelen, quien se acercó al stand preguntando por Juan Tambussi, nuestro
guitarrista. Pasado el interludio, volvimos a la sala del teatro para ver a los
Rocket Scientists. Me sorprendió mucho no ver a Greg Bissonette sentado a la
batería, lo esperaba. El tema es que el núcleo de los Rockets son el
tecladista líder Eric Norlander, el bajista Don Schiff y el guitarrista y
cantante Marc McCrite. La segunda guitarra y la batería son muchas veces
interpretadas por músicos de sesión, como en este caso. La banda me gustó,
aunque lamentablemente el sonido fue deficiente. El teclado estuvo muy al
frente, los bajos saturaban al punto de hacer vibrar las cajas y emitir un ruido
bastante molesto y a McCrite lo dejaron la primera estrofa de la primera canción
sin habilitarle el micrófono lo cual fue bastante bochornoso para el corpulento
y melodioso guitarrista. Para mi, lo mejor de Rocket Scientists estuvo en Don
Schiff, un magnífico bajista armado con un NS Stick de 8 cuerdas y con una onda
y un buen gusto extraordinarios. Aunque la gran sorpresa fue la entrada de la
esposa de Norlander, Lana Lane, como cantante invitada en las últimas canciones
del show. Allí Rocket Scientists se sacudió la mediocridad y brilló con luz
propia, mas allá de problemas de sonido. Hay que decir que el trío nuclear
anteriormente nombrado le pone mucha onda siempre y demuestran en todo momento
profesionalidad y ganas en el show. Pero lo de Lana fue extraordinario, una
cantante con una fuerza imponente que levantó en vilo al público del Teatro
del Estado.
Nuevo break para venta de cd's y remeras... Noté muchos piratas en el sector,
lo cual me llamó la atención y me disgustó bastante. Entiendo que un fan se
copie un DVD o un CD por falta de recursos económicos y para poder acceder y
disfrutar de la música pero... comprar un disco o un DVD clonado o copiado? La
verdad, no me cayó bien que se permitiera eso, teniendo en cuenta que había
varios sellos y bandas tratando de vender su material original (Mylodon, Luna
Negra, entre otros) y que claramente no podían competir en precio (mas si en
calidad, sin duda) con el material de estos piratas. Seguramente serían shows y
discos mal grabados o filmados con alguna cámara de mano y vendidos por U$S 10
o mas.
El tercer acto de la noche estuvo a cargo de los New Trolls, el cual con el
cansancio acumulado me fue imposible completar, ya que tanto yo como mis compañeros
necesitábamos urgente un sueño reparador. De cualquier manera estuve en los
primeros 20 minutos de show, anticipando lo que sería la noche siguiente con la
orquesta de Baja California. Ni que decir que ya impresionaba el sonido, la
ejecución y la puesta en escena de los italianos que están, indudablemente, en
otro nivel. Cómo tocan!! Impresionante. Nos fuimos al hotel con la certeza de
haber vivido un día memorable, y que no sería el último.
DIA
3 - MAÑANA/TARDE
A las 7 de la mañana entra Hipólito como una tromba preguntando por la cámara
de fotos y desaparece... Me quedé un rato mas medio desmayado en la cama y al
rato lo veo volver con cara de feliz cumpleaños: "están abajo los Rocket
Scientists y me saqué una foto con ellos". Efectivamente, en la cámara se
observaba una instantánea de Sebas con todos los RS, Lana Lane
("la-voz-femenina-del-rock", no debo olvidarme aclararlo si no quiero
represalias de nuestro cantante) incluida. Agarramos unos samples de lo nuevo de
2112, me vestí raudo cual rayo y bajamos al lobby. Aún estaban cargando sus
cosas en los vehículos (viajaban por tierra, son de California, ahí pegadito)
y me acerqué primeramente al que fue mi Rocket favorito de la noche anterior:
el gran bajista Don Schiff que tocó con Ike & Tina Turner y Elvis!! Charlé
un rato con él, un tipo muy amable, humilde y de gran sentido del humor...
Luego saludé al resto del grupo que ya se aprestaba a retirarse del Araiza.
Eric Norlander y Lana Lane, la mejor onda, mandaron saludos para la Argentina.
Luego de desayunar en una panadería que estaba muy linda puesta pero siempre
vacía (?) (café americano grande y una dona gigante bañada de chocolate por
mi parte, a la Jefe Gorgory) nos dirigimos a un centro comercial de La
Cachenilla, a varias cuadras del hotel, para comprar algunos regalos para
nuestras familias. La ciudad se me presentó bastante monótona, sin edificios
de relevancia o belleza extraordinaria. La ausencia de árboles en las veredas
es notoria y tiene su razón de ser. Según me contaron varios habitantes de la
ciudad dentro de apenas unas semanas salir a las calles de Mexicali al mediodía
equivale casi a un suicidio. Las suelas de los zapatos se derriten en contacto
con el asfalto, el aire quema y hasta se podría cocer un huevo en la vereda o
en los capós de los autos. Lo que para nosotros era un calor estival (35, 36º),
para ellos es un día fresco de primavera. Regresamos justo para el comienzo de
la banda ecuatoriana Anima Inside, que se presentó con su alineación diezmada:
a su tecladista le negaron la visa en Mexico. Los teclados eran disparados desde
un laptop y eso provocó diversos problemas técnicos que hicieron lenta la
primera parte del show... Después que se acomodaron sonaron bien (algo que se
dio en casi todas las bandas que tocaron en el Araiza, aplauso para el equipo técnico
y sonidistas!), sin ser demasiado progresivos (mas bien una banda de hard rock
con buenos arreglos) se ganaron el favor de los mas jóvenes que como en todos
los shows del hotel, corrieron luego del set a buscar autógrafos y sacarse
fotos con los músicos de la banda. Como dato curioso, vale destacar que los
Anima Inside fueron soporte de Deep Purple en Quito. Luego subieron al escenario
los chilenos Octopus, un cuarteto de metal progresivo instrumental, muy poderoso
y con el bajo bien al frente y que contó sobre el final y luego de una muy
buena versión del clásico "Red" de King Crimson, con la presencia
del notable guitarrista Claudio Cordero, también chileno y miembro estable de
Cast. Está claro que las bandas que tocamos en el Hotel estábamos orientadas a
un público mas joven, que gusta de sonidos mas heavy y menos sinfónico. El
promedio de edad del público era mucho mas bajo que el del Teatro del Estado,
por eso, quizás, los progresivos mas clásicos (¿conservadores o puristas?) no
disfrutaran tanto de las bandas que tocamos allí, como pudo después leerse en
algunas reseñas en foros de internet. Para mi, todo un acierto de la organización
del festival apelar a la diversidad estilística y temática de la grilla. El
progresivo hoy día ya dejó de ser un estilo cerrado para ser un movimiento de
estilos y propuestas bien distintas. Creo que la calidad de las bandas fue, en
todo caso, bastante pareja y el público disfrutó de ello.
Terminado el show de Octopus, nos fuimos a dormir una siestita para estar con
todas las pilas: esa noche sería la mas memorable para todos los fans en el
Baja Prog: la presentación de los New Trolls con la orquesta sinfónica de Baja
California.
DIA 3 -
NOCHE
SORPRESA NIPONA Y NEW TROLLS + ORQUESTA DE BAJA CALIFORNIA
Esa
tardecita fuimos a merendar a un cafecito que quedaba en los alrededores del
Araiza, tiempo de reflexión, de compartir experiencias, de proyectar a
futuro... Luego, de vuelta al hotel, baño reparador y a prepararse para el
Teatro, que tendría una velada de lujo: New Trolls y Orquesta de Baja
California.
Seba, Sergio y yo encaramos para el teatro, Juan se quedó descansando en el
hotel. Como Fernando no andaba en la vuelta, el Sr. que nos había ido a buscar
al aeropuerto nos ofreció alcanzarnos. Llegamos al teatro y nos hizo entrar por
la parte trasera, por lo que tuvimos oportunidad, casualmente, de ver las
instalaciones del lugar, la parte de atrás del escenario, la zona de camerinos,
etc. Finalmente, para acceder y luego de dar algunas vueltas, llegamos a la
parte de adelante y pasamos por la puerta como todo el mundo. Luego de pasar un
rato en el lobby del teatro, conversando con gente de otras bandas y público
presente, nos acomodamos en nuestras butacas para ver el show de Quikion +
Lithuma Qnombus, la sumatoria de dos proyectos de Japón. Quikion, un trío
integrado por Yukiko Totoki en voz y pequeños instrumentos tales como la
concertina, castañuelas, xilofones, etc., Eiji Oguma en guitarra y bouzouki y
Emi Sasaki en acordeón y accesorios. Lithuma Qnombus, un dúo integrado por el
bajista Shu Kajiyama y el percusionista Genta Kudo. Probablemente una de las
bandas no-progresivas del evento. Su música minimalista consistía en canciones
cantadas en japonés con una base rítmica cuasi - hipnótica. La amalgama entre
lo acústico de los instrumentos de Quikion, mas la electricidad y explosión
que aparecen por parte del dúo rítmico hicieron que el show fuera realmente
interesante. Repito, no sé cuánto habrán disfrutado los puristas del
progresivo esta propuesta, si se quiere, era tan poco progresiva como las
alternativas mas "heavy" que se encontraban en el hotel, salvo que la
cadencia y la lúdica sonoridad del quinteto japonés sólo podía apreciarse
debidamente en el escenario de un teatro.
Llegó el break para la venta de merchandising. Los chicos de Octopus
compartieron esta vez la mesa de "Cast", que tenía lugar
preferencial, en la entrada mismo al recinto, así que Juan Barrenechea nos
ofreció amablemente "tirar el paño" en su mesa, junto al excelente
material de Mylodon. El interludio transcurrió tranquilo y luego de la tercer
llamada, retornamos a la sala (totalmente atiborrada) para disfrutar de lo que
sería el show mas memorable del Baja Prog 2008. De a uno fueron entrando los
"tanos": Francesco Bellia haciendo el riff de Nella Stranza Vuota (si
no me falla la memoria y me confundo con el día anterior) con el bajo, seguido
del joven guitarrista Mauro Sposito, el primera guitarra Andrea Maddalone, el
baterista Alfio Vitanza... Luego los veteranos miembros fundadores Vittorio de
Scalzi y Nico de Palo, completando la formación Stefano Cabrera y Luigi
Vargiolu. Al terminar el jam de presentación, Vittorio se adelantó con el micrófono
para contarnos de qué iba este show con la Orquesta de Baja California,
presentando a la misma. Tocarían los tres Concerto Grosso (1971, 1976, 2007),
agregándole la orquesta sinfónica que los productores no le permitieron poner
en los discos (dicho esto en tono de broma por el talentoso multiintrumentista)
por falta de presupuesto. Cuando arrancó el Allegro del Concerto Nº1, el público
se rendía a los pies de esta excelsa banda italiana. No tardaron en aparecer
las lágrimas de emoción. A mi derecha, Lupita Acuña enjugaba sus lágrimas
buscando complicidades alrededor. Debo confesar que me encontró a mí con el
nudo en la garganta promediando el Adagio (segundo movimiento). De ahí en mas,
es imposible describir con palabras los sentimientos, las impecables
interpretaciones de los músicos, la alquimia perfecta de banda y orquesta... En
fin, había que estar ahí para creerlo. Un señor septuagenario, sentado a mi
derecha, terminado el Concerto Nº. 1 volteó para decirme con una sonrisa en el
rostro: "Hace doce años que vengo a este escenario y jamás había
escuchado algo como esto". Creo que no merezco agregar una sola palabra
mas.
UN ENCUENTRO CON ALAN WHITE
Luego de haber presenciado el maravilloso show de los New Trolls en el Teatro del Estado, nos volvimos al hotel a buscar a Juan para ir a cenar (ya el hambre y el sueño se hacían sentir) y al entrar al lobby siento el codazo en los riñones de Sergio: "Mirá, Alan White". En efecto, allí estaba el legendario baterista de Yes (que sustituyera en 1973 al gran Bill Bruford y se quedara para siempre tras los parches de la banda), a escasos pasos míos, en el mostrador. Seguimos caminando hacia donde estaba él y justo se dio vuelta y comenzó a caminar en nuestra dirección. No pude resistirme y lo paré para estrechar su mano y saludarlo. Hablamos un ratito, me comentó si sabía que a mediados de año volvía de gira con Yes (se lo notaba muy contento y excitado con la idea), le dije que sabía y le pregunté si tenían pensado venir a Sudamérica. Me contestó con un ambiguo "It Would be nice!" que no me dejó nada tranquilo. Se mostró interesado en nuestro show, en cómo nos había ido. No quise molestarlo mas y le pedí que se tomara una foto conmigo, a lo cual accedió gustoso. Luego me dijo "Quiero sacarme una foto con ellos también", señalando a las dos estrellas que me hacían el aguante atrás. Así fue como Sebastián Hipólito y Sergio Moscatelli accedieron a fotografiarse con Alan White. La verdad, un gustazo conocerlo, un caballero en todo sentido. Simpático y amable siempre. Al otro día nos volveríamos a encontrar...
Gabriel Costa