“Heaven & Earth”

Yes

Frontiers Records (Universal) - 2014

Por Hugo Lagar

Ficha Técnica

Canciones: Believe Again (Davison-Howe) - The Game (Squire-Davison-Johnson) - Step Beyond (Howe-Davison) - To Ascend (Davison-White) - In A World Of Our Own (Davison-Squire) - Light Of The Ages (Davison) - It Was All We Knew (Howe) - "Subway Walls" (Davison-Downes).

Músicos: Steve Howe (Guitarras eléctricas, acústicas y steel. Voz); Chris Squire (Bajo y Voz); Alan White (Batería y Percusión); Geoff Downes (Teclados y Programación de Computadoras) y Jon Davison (Voz y Guitarra acústica en "Believe Again" y "Light Of The Ages").

Productor: Roy Thomas Baker para RTB Audio Visual Productions

Ilustraciones & Logos: Roger Dean.

Mezclado por: Billy Shewood (también como ingeniero en armonías vocales y coros).

Edición: Julio del 2014 por Frontiers Records [Distintas fechas según regiones].

Comentario

"Heaven & Earth"...

¿Por dónde comienza uno a escribir acerca de la última producción en estudio de Yes? Esa es la cuestión...

1

Confieso que verlos en su paso por el Estadio Luna Park de Buenos Aires, como parte de la Gira "Yes por Tres" interpretando los excelentes discos "The Yes Album" (1971), "Close To The Edge" (1972) y "Going For The One" (1977), con la misma formación que es la responsable de este nuevo álbum, me había generado expectativa y ansiedad suficiente. Me situaba receptivo a escuchar un disco nuevo en estudio y con composiciones frescas. Jon Davison (como nuevo cantante) se había magistralmente desempeñado y muy cómodo en su rango vocal con el viejo y exigente material de la gira; Geoff estuvo a la altura de las circunstancias, despejando toda duda que pudiere existir entre los fans a la hora de tocar clásicos y ejecutar solos y partes de Rick Wakeman. Y, por supuesto, nadie se atrevió a poner en tela de juicio los desempeños musicales y nuevos roles en escenario que el trío histórico y estable (Howe, Squire y White) que venían asumiendo desde su regreso en el 2008. Hoy por hoy, el núcleo duro de la banda. Anunciado su retorno a los estudios de grabación -vía fotos por su web page y perfil de Facebook oficiales- y más adelante el anticipo de la portada, diseñada por el histórico y célebre Roger Dean (artífice de la estética del Yes en su versión clásica, creador del logo inmortal y compinche de Steve Howe), la obra no podría ser menos que excelente, en el contexto de las circunstancias actuales por las que transita la banda hoy en día. Y, como quien escribe este análisis, muchos fans alrededor del mundo tenían cifradas idénticas expectativas...

2

Dos de las cinco fotos posteadas por la banda, anunciando su regreso a estudios para el álbum.

Sin embargo, algo en esas fotos empezaba a hacer un poco de "ruido", se divisaban señales "extrañas" en el trayecto: la elección de Roy Thomas Baker para ocuparse de la producción; lo cual no era un dato menor ni detalle. ¿Qué pasa con Yes? ¿Qué es este viaje retrospectivo hacia el bienio 1979-1980, procurando saldar asignaturas pendientes?. Primero con "We Can Fly From Here" -devenida en suite de 24 minutos y lei motiv de "Fly From Here", (para mí) muy buena producción anterior- y ahora convocando al afamado productor para el siguiente proyecto en estudio, en pleno Siglo XXI. Aquél que vio caer en saco roto todas sus credenciales previas cuando fue contratado en 1979 para ocuparse del sucesor de "Tormato"  [Atlantic, 1978], en aquella frustrada experiencia con Yes, de las famosas sesiones de París, a fines de ese año. El hecho que se promocione sus logros -que sí los obtuvo- junto a otros músicos en gacetillas de prensa (y allí te pasan a enumerarlos: Queen, The Cars, Foreigner, Guns N`Roses, Smashing Pumpkins, Alice Cooper, etc.) acaso: ¿es garantía suficiente para asegurar que el nuevo álbum será un suceso artístico y comercial? ¿No estaba Trevor Horn en la lista (quien los conoce perfectamente como la palma de su mano y ha demostrado ser tan apropiado, como Eddie Offord en los gloriosos setentas) para continuar produciéndolos? 

Luego, ya desde mayo, otra señal más: esta nueva estrategia promocional-virtual de compartir vía web page oficial, YouTube, Itunes y redes sociales fragmentos de todas las canciones hasta completar el repertorio del álbum, al borde de su edición. Hecho que provocó el lógico revuelo en los foros y chats de club de fans y aledaños, pero bastante más negativos y agresivos que en otras ocasiones. En mi más absoluta ingenuidad, pensé que las opiniones virtuales partían de esas "muestras fragmentadas" de canciones y me llevó a afirmar en un post que, hasta no escuchar el disco en su totalidad, sería prudente no emitir juicio de valor alguno. Pero claro... cuando vos escuchas el álbum completo y varias veces, para percibirlo y saciar la espera, descubrís personalmente que -por más que le quieras encontrar la vuelta al asunto- "Heaven & Earth" ha sido una oportunidad desperdiciada para reivindicarse como excelsa banda de rock progresivo que supo ser y tan sólo te reconfortas con aquellas canciones que consideras muy buenas. Porque, malo o bueno, en los álbumes de Yes siempre vas a encontrar algún material de buena calidad. Lamentablemente, en la faz musical, aceptaré que las opiniones de los fans más ortodoxos estaban en lo cierto.

 

Ya no alcanza con el estampado del tradicional logo (acostumbrado anuncio que Steve Howe y otros miembros de la denominada "formación clásica" son los responsables de la obra que se ofrece) ni con el arte de tapa y packaging en las manos de Roger Dean para que la calidad musical constituya una afirmación en el álbum que  eventualmente salga al mercado discográfico. Mal que les pese, los fans de YES en todo el mundo y los cultores del Rock Progresivo en general tienen una consideración (y exigencia) tan elevada que esperan poco menos que "Close To The Edge - Siglo XXI"; y está claro que -aún apelando a la misión imposible de repatriar a Anderson- eso no se volverá a repetir.

3

Un análisis, en formato próximo a "canción por canción", me permitirá aportar mi humilde opinión acerca de este álbum, que pasará como uno más (el vigésimo primero) en la trayectoria de esta legendaria banda inglesa que supo ser paradigma en varios tramos de la historia del rock & roll. Es un hecho, para muchos, que "Fly From Here" (su antecesor discográfico en estudio, 2011) es muy superior a esta nueva obra y que otros álbumes del pasado comienzan a ser bien apreciados en perspectiva y aún -cuando en su tiempo- también fueron destrozados por la crítica periodística y público. Otro aspecto saliente es que han recurrido a la fórmula de "duplas compositivas", si nos atenemos a la ficha técnica del álbum y a las palabras de varios integrantes (Jon Davison, Geoff Downes) en cuanto al "proceso compositivo" adoptado. Salvo donde se indica expresamente, Chris Squire ha opinado que prácticamente la totalidad de las letras corrieron por cuenta del flamante cantante (Jon Davison), además de tener importante peso autoral en lo estrictamente musical también. Esto ha llevado a Leonardo Álvarez (mejor conocido en la web como "Leonardinsky") a afirmar que "Jon Davison ha devenido en un nuevo catalizador, capaz de crear el marco para aglutinar los diferentes elementos característicos de las diferentes individualidades musicales de la banda..." [1].

Steve hace referencia al concepto del álbum, a partir de la ilustración de la tapa y conversaciones mantenidas con Roger Dean: la dicotomía entre lo físico y metafísico, lo terrenal y lo celestial, etc. como modo de buscar una inspiración, una idea que obre de hilo conductor, aún cuando reconoce que no se trata técnicamente de un álbum de esas características [2]. Las temáticas siguen siendo las mismas, solo que la impronta que J. Anderson plasmaba en las letras es algo que no puede repetirse o reemplazarse. Una personalidad muy fuerte que no puede reproducirse o clonarse.

Luego de esta breve introducción general, vayamos a las canciones:

Instgram de las canciones, a medida que fueron presentadas en web-page oficial

Escuchar en primer lugar "Believe Again" (Davison/Howe) puede lograr en nosotros adherir al álbum, resultar promisorio y lo más familiar a la tradición musical que caracteriza a la banda. Es una de las canciones más largas del álbum (poco más de nueve minutos) y se nota que ha recibido "tratamiento YES" desde su composición. La sitúo perfectamente a mitad de camino entre los discos "Going For The One" (1977) y "Tormato" (1978). Reitero, es lo más cercano que la versión actual de Yes puede "autorreferenciarse" y no sólo por el timbre de voz cuasi-andersoniano de Davison y la forma de ejecutar los teclados por Geoff. La dupla compositora Howe & Davison remite -sin ser un calco- al espíritu de un "Wonderous Stories", por ejemplo, y te conmueve con esa introducción de guitarra slide de Steve, como paso previo a la estructura melódica principal de la canción. Lo llamativo es que dicha bella esencia melódica se ve alterada hacia los 3:45 minutos con ¿un solo? o ¿una carrera de escalas de Steve? en medio de una atmósfera enrarecida por teclados, incluidos algunos breves pasajes al más puro estilo Rick Wakeman (algo extraño en Geoff), e intrincado tratamiento percusivo que nada aporta; y para luego retomar su cauce. La canción es correcta y se inscribe fielmente -como ya he dicho- en la tradición musical de la banda, pero ya no te parte la cabeza ni provoca esas más altas emociones, como solía suceder en el pasado.

Siguiendo el orden, se escucha "The Game"  (Squire/Davison/Johnson), tema que vendría a ser el single o corte de difusión más apto para pasar por la radio FM y, de paso, ver si se puede "arañar" algún puesto aceptable en los actuales rankings. A ver... ¿Cómo lo describo?. Puede ser perfecta canción para una banda como Asia, si me dejo llevar por la introducción que Steve y Geoff aportan (es más, muy buen "lei motiv" para una propaganda de desafíos deportivos), hasta que la base rítmica se incorpora y allí la canción se desvanece en la intrascendencia. ¿Qué ha pasado con Roy Thomas Baker aquí? ¿No hubiera sido conveniente cortarla en cinco minutos máximo y evitar el reiterativo empleo de clichês (como la reiteración infinita de estribillos y trucos obvios y previsibles de guitarra)? En vez de casi siete minutos (6:51), cortarla en cinco minutos máximo hubiera estado Ok y mejor presentada como para ingresar en "rankings" como single. No me extraña que tenga su origen en Chris Squire, a quien siempre se le ha encomendado que ofrezcan un hit, en un estilo mucho más proclive a lo comercial y radiable.

Esta tira de imágenes incluye promoción del video de “In A World of Our Own” (centro)

Lo cierto es que, luego del segundo tema y con dos honorables excepciones, la orientación musical y el nivel que un admirador y/o cultor del género espera de estos músicos se aleja considerablemente de aquéllo que se entiende que Yes es. "Step Beyond" [Track 3], "In A World Of Our Own"  [Track 5] y "It Was All We Knew" [Track 7] no constituyen un buen repertorio para ofrecer discográficamente, aún cuando ahora hayan querido ser más simples y directos -Alan White dixit [3]- ó incursionar en nuevas áreas musicales. Todavía recuerdo haber leído a Steve Howe -en una entrevista reproducida en la revista especializada argentina "Mellotron"- criticar material de naturaleza comercial pero del tipo "¡Por favor, me pasas en la radio!" [4] ... y ahora pregunto ¿acaso de qué tipo son estas canciones mencionadas?. Vamos, Steve!  Yes ya atravesó por este tipo de experiencias (y con usted a bordo de la nave) de/en componer canciones pop y comerciales durante la etapa "The Ladder" pero con mayor integridad y estilo. 

Lo concreto es que, siempre en Yes y por más incomprensibles que me resulten estas canciones, aún dentro de éllas puedo rescatar algo, detalles interesantes: “Step Beyond" -olvidándonos de esos arreglos de teclados iniciales- cuenta con un trabajo vocal/coral muy bueno, sobre todo en su final. Y quizás se evidencie aquí la específica labor encomendada a Billy Sherwood. Pero... lamento recordar que he escuchado arreglos por el estilo en "Shock To The System" (Union, 1991). Igualmente, la faz vocal/coral vuelve a lucirse en "In A World Of Our Own" [Track 5] e “It Was All We Knew”, donde Howe también co-canta. En el primero, en materia de teclados, Geoff nos ofrece interesante tratamiento y uso de órgano Hamond (¿reminiscencias a lo "John Lord"?) a partir la segunda mitad de la canción. Más adelante, hará similar aporte en "It Was All We Knew". Intervenciones concretas, sencillas pero muy efectivas en el contexto de lo que representan estos temas. Yes pretende incursionar en áreas estilísticas por donde escasamente ha transitado antes ("rock & pop"  y"rock & pop catchy" se leen en los post que publicitan el video de "In A World..." en YouTube y la web-page oficial), partiendo de un simple ritmo de 4 x 4 y quizás tras la busqueda de su hit-single, pero no resulta ¿cómo decirlo?... ¿simpático?, ¿apropiado? .  Máxime, cuando arribamos a  "It Was All We Knew" [Track 7], la única pura creación de Howe. Total y absolutamente prescindible, olvidable. Si me dijeran que quienes componen este tipo de canciones y firman este álbum es otra banda y no YES, Ok... podría aceptarlo. Pero si sus autores y músicos que fueron responsables creativos de obras como "Close To The Edge", "Heart Of The Sunrise", "And You And I", "Roundabout", "Starship Trooper", "South Side Of The Sky", "Awaken", "Onward" y una lista que prosigue (cada fan tendrá su preferido)... no entiendo qué es lo que ha sucedido. Si, en misma entrevista ya citada, Steve calificó de "no agradable saga" a álbumes como "Union", "Talk" y "Open Your Eyes" (siendo que en dos de éllos Steve mismo participó), seguro muchos compartirán mi interrogante sobre ¿en qué saga vamos a ubicar a "Heaven & Earth"? ó ¿Cómo lo vamos a clasificar?; ó si ¿es agradable?.

Misma observación que en los instgram previos

Dos canciones más, con bases compositivas acústicas, logran salvarse de esta dura crítica mía y situarse en la senda estilística clásica o tradicional de la banda: "To Ascend" y "Light Of The Ages". La primera mencionada [track 4] es una hermosa y calma pieza acústica -fruto de la colaboración autoral entre Alan White y Jon Davison- y no me extrañaría que se convierta en un buen clásico de la banda. Alan White, para sorpresa de muchos, ya ha aportado una importante canción que cautivó a los fans en los últimos tiempos: "In The Presence Of" [Magnification, 2001]. Incrédulos de su capacidad compositiva, aunó sus esfuerzos junto al novel Jon Davison para obsequiarnos esta maravilla, que logra conmoverme. Y, por más que afirme que Yes en su pasado reciente ya ha ofrecido una serie de composiciones acústicas de gran calidad (precisamente en "Magnification"), "To Ascend" es un buen exponente del nivel que estos músicos son capaces de dar: hay una cohesión colectiva para que, aún en un marco de sencillez, la canción luzca, brille por mérito propio. Ni una pizca de carnaval de egos porque todos ponen lo mejor de sí y se encolumnan para que la canción sea la protagonista. Me saco el sombrero aquí por la tarea que Geoff Downes realiza en piano y teclados. Algo del espíritu del los dos primeros álbumes ("Yes" & "Tme And A Word") subyace aquí: ¿la sencillez acústica de piezas como "Yesterday and Today"? ¿la orquestación?, ¿el empleo de pianos, antes que sintetizadores?. Todo puede ser... 

"Light Of The Ages" [Track 6], de exclusiva creación Davison, es digna de formar parte de Yes y está a la altura de las expectativas y lo esperado de esta banda. Por más que la estructura compositiva parte de bases acústicas, queda claro a partir de la introducción que ha sido objeto del "tratamiento YES" y eso es muy notorio. Por fín puedo escuchar sentimiento en la guitarra slide de Steve y la altiva voz de Jon, quien también acompaña tocando la guitarra acústica. Toda la banda se luce una vez más y pareciera una paradoja escribir que es la canción donde la voz de Jon (Davison) mucho más nos remite a la de Jon (Anderson).

Muchos fans se complacen también con la extensa, última y octava canción del álbum: "Subway Walls" (co-composición J. Davison & G. Dwones); y creo entender sus motivos: una introducción orquestal (típica nota de pomposidad progresiva), interesante jam (zapada) de vagos aires jazzeros, cierta cuota de virtuosismo en el bajo, cortes y cambios rítmicos, que complementan la estructura base de la composición. Gustavo Bolasini ( conductor de “El Retorno del Gigante” Radio Show) me pidió especialmente que le prestara atención y allí fui, una y otra vez, a escucharla "aisladamente" del contexto del álbum. Su introducción en teclados ciertamente es buena pero mucho más apropiada para ASIA que para Yes y, luego de 1:27 Minutos, da paso al cuerpo principal de la canción (con bases en guitarras acústicas) cuando sus marcados acordes en piano con efecto, destellos del bajo y jazzeros punteos de Steve anuncian su comienzo. Aquí también es notorio que ha sido objeto del "Tratamiento YES" por la participación grupal en arreglos, riffs y desarrollo mismo. Indudablemente hay interesantes detalles por descubrir (ligados y solos de Steve Howe, segundas voces, breve solo de Geoff en órgano Hammond que me remite a la Era Tony Kaye), especialmente a partir del Minuto 4:10 y por espacio de los siguientes dos minutos, hasta retornar a la sección musical que acompaña el canto. Su sección final (desde el Minuto 7:00 en adelante) es promisoria por su atmósfera cargada de dramatismo pero, lamentablemente, se pierde, se diluye incluso con ese final en fade out. Los solos de guitarra de Steve -que pueden ser claves, determinantes- no logran conmoverme como antes (como por ejemplo en "Awaken" o "In The Present Of"). Ello y la falta de una dirección clara en la "free jam" de la sección media es lo que me lleva a pensar que esta canción ha sido una oportunidad desaprovechada y perdida de la posibilidad de elevar "la puntería" -si se me permite la expresión local- de un disco con escaso lustre. Tal vez, esta canción logre madurar si existe la posibilidad que se desarrolle en vivo; lo cual sería interesante ver y escuchar. Esta expresión de deseo deja margen para interpretar que la grabación del álbum fue concluida "de apuro" para dar comienzo a la Gira U.S. Summer 2014 y no resulta nada desacertado afirmarlo, puesto que -en sus fases finales- quedó en manos del productor [5]. ¡Esperemos un minuto! Vienen a mí las palabras de un señor que, en entrevista, le dijo a Discover Magazine [6]: "... Vos no escribís y ensayás. Vos no escribís, ensayás y grabás. Vos lo haces todo. Escribís, ensayás, grabás, mezclás y después grabas al grupo en vivo. Eso es lo que "Yes Album", "Fragile", "Close To The Edge", "Tales", Relayer", "Going For The One" y "Drama" son. Todos fueron discos para los cuales el grupo se sentó y dijo "Vamos a hacer este disco bien", y nadie se iba hasta que el disco estaba perfectamente terminado". ¿A que no adivinan quién fue?... Sí, Steve Howe!

Algunas opiniones de los protagonistas que fueron publicadas en el sub-site www.heaven&earth.com sirven de respuesta a varios de los tantos interrogantes que la comunidad de fans de Yes y/o cultores del rock progresivo se plantea con este álbum. Veamos algunas de ellas...

Alan White nos aclara que, esta vez, han optado por ser más directos y simples en el modo de componer el material y que, por ello, encontraremos canciones con una duración más corta que aquello que Yes está acostumbrado a ofrecer. Desde luego, aclara que "no hay épicos" pero sí algunas largas piezas con intrincadas partes dentro de ellas. No veo nada malo en ello pues, en los hechos, algunas encarnaciones pasadas de la banda han trabajado así con el material. Sólo que lo ha hecho mucho mejor y que, en gran parte de este álbum, se esperaba algo superior, algún punto de climax y no ha sucedido, excepto -en mi preferencia- "Believe Again", "To Ascend"  y "Light Of The Ages" .

Y, a propósito de "duplas compositivas", la opinión de Juano Davison echa algo de luz sobre el proceso compositivo propiamente dicho del álbum: "Pensaba que podría ser muy presionado pero no resultó así en absoluto. Tenía que conocer a la banda realmente bien, sus estilos compositivos, sociedades y .Y estuve realmente muy confortable con ello específicamente porque empezamos uno a uno. Comencé en Phoenix con Chris, consolidando unas pocas ideas juntos. Luego, me fui a Seattle y trabajé con Alan. Después volé al Reino Unido y viajé al campo con Steve y eso fue grandioso. Estuve allí por una semana. Teníamos un montón de cosas como el mejor. Y de allí a Gales y trabajé con Geoff codo a codo. Fue realmente muy confortable y excitante también..." [7]. Por lo que, si nos ajustamos a los créditos autorales declarados, debemos concluir que Davison no sólo asumió el desafío en sí mismo de ponerle su voz a las canciones de Yes sino que constituyó una de las usinas de las cuales se concibieron las letras y la música de una gran parte de este álbum. Su mérito ha sido importante y no es mi intención establecer un juicio de valor desfavorable sobre su labor. Sólo que no ha alcanzado como para que podamos decir que es uno de los mejores álbumes que la banda supo legarnos. ¿Es "Heaven & Earth" un disco asociado a Jon Davison en los mismos términos que "90.125" y "Talk" lo fueron para Trevor Rabin, "Fly From Here" para la dupla Horn-Downes u "Open Your Eyes" para Squire-Sherwood, sin pasar por alto la gran sociedad compositiva del pasado: Anderson & Howe? Todo pareciera indicar que sí.  Es harto evidente que el novel integrante ha puesto todo de sí; sus propios compañeros lo reconocen expresamente en sus comentarios. Y, por más que su talentosa faceta compositiva se haya puesto de manifiesto, se necesita mucho más que ello para que el disco adquiera el status, el alto nivel artístico que se le asocia a Yes como grupo-emblema de rock progresivo. Lo curioso es que ha acontecido otra retro-alimentación más: el joven influenciado por su admirada banda viene a revitalizarla años más tarde (al igual que Trevor Horn y Billy Sherwood, cada uno en su momento). 

El otro problema es más serio: A pesar que Juano habría aprobado -para la crítica y los fans- la dura prueba de su desempeño vocal en las giras previas, la costumbre de asociar la voz en Yes a Jon Anderson pareciera ser, siempre, para la banda un tramposo callejón sin salida. Como Benoit David en "Fly From Here", Jon Davison no se sintió intimidado por esa fantasmal presión que siempre sobrevuela y cantó correctamente, en su rango. Y -siguiendo con el rubro- también estuvieron dimensionalmente correctos los arreglos vocales y coros, destacándose la convocatoria del amigo y ex-miembro Billy Sherwood. Misión que, si estableciera un paralelo con una moneda, representaría su anverso, su "cara". Aún así, la "aureola andersoniana fantasmal" se ha llevado puesto a más de uno pese al desafío: Trevor Horn (quien firmemente aconsejó que Rabin no sea cantante líder en 1983) y Benoit David, salvándose Billy Sherwood por poco gracias a ese extraño matrimonio de dos bandas (Yes + ABWH) en "Unión". Puede faltar Howe, puede irse y volver Wakeman las veces que quiera, cambiar de estilo en batería y percusión entre Bruford y White ... pero se va Jon Anderson y se arma debate, se provoca la división en la comunidad YES.

En conversaciones, crónicas de conciertos y reseñas de álbumes, siempre he apreciado la labor y estilo de Geoff Downes, en los teclados para con Yes. Basta leer mis notas y artículos pasados que lo tienen como protagonista. Pero, en este álbum, pareciera que ha llegado a un extremo tal de su rol orquestador, lealtad interpretativa para que su amigo Steve Howe se luzca o haberse impregnado del estilo "Wakeman" en contados pasajes, que tampoco puedo entender. Por allí, lucen mejor ciertos tratamientos que ha dado al sonido de sus teclados, el empleo del piano y órgano Hammond, esa personal introducción que aporta a su co-composición "Subway Walls". Ha demostrado tener propio estilo y participación compositiva, como ningún otro tecladista la tuvo en Yes. Y sin embargo, los fans ortodoxos siempre le van a reclamar protagonismo; algo que ni siquiera está interesado en asumir ni pasa por su mente. Ahora bien, me pregunto: ¿Dónde está ese Geoff que -a su modo- sacaba chispa en "Drama", re-editando en estos últimos años de giras ese sólido y propio sello en canciones como "Machine Messiah", "Tempus Fugit" o sus propias incursiones en la intro de "Wonderous Stories" y otros clásicos? ¿Tan lejos estamos con demostraciones tales como su solo de órgano en "Subway Walls"?

Imágenes/afiches de la actual Gira que tendrá ocupado a Yes durante el resto del 2014

"Heaven & Earth" no pasará a la historia como un muy buen álbum de la banda y se situará al lado de "Union" y "Open Your Eyes", como ya se lee en los foros. Una prueba de ello es que YES no lo está promocionando en sus presentaciones en vivo del 2014 [8]: hasta ahora tres temas y no siempre, previo al intervalo que separa la recreación del álbum "Close To The Edge" respecto de la de "Fragile". Se aprovecha el contexto de estas "Giras de Álbumes Clásicos" para no darle entidad propia al último álbum. Y el material que seleccionan para tocar, casualmente, es el compatible con su tradición pasada: "Believe Again", "To Ascend" y cuando mucho "The Game", hasta ahora. Resuenan las proféticas palabras de Wakeman en 1997: "... Pienso que los shows, conciertos y performances deben estar basados mucho más en la nostalgia y en lo que la gente quiere escuchar, y también lo que las generaciones que ni siquiera habían nacido cuando empezamos quiere escuchar. Los chicos de 16 y 17 años que vienen a ver a Yes no quieren escuchar un tema nuevo. Quieren escuchar los temas clásicos que sus hermanos o sus viejos escuchaban. Es lo mismo que vayas a ver un concierto de Frank Sinatra y no cante ´My Way´. Te volvés a tu casa completamente decepcionado. Hay que saber tomar las cosas con perspectiva." [9]

4

¿YES está probando avanzar en una dirección diferente a la que lo caracteriza toda vez que Steve Howe forma parte de la banda? Se huele a rock & pop, música muy proclive a la radio FM y claramente AOR, con leves guiños o destellos de su pasado. Y para ello, se encomendaron a Roy Thomas Baker, quien (según Alan) es un tipo inteligente y sabe a dónde Yes quiere ir, siendo una parte muy importante de lo que ha sucedido con el álbum [10]. Un consagrado productor que -como se publicita- ha recibido premios y reconocimiento de la industria musical, llevando al éxito artístico-comercial a grandes y/o importantes nombres de la música Rock & Pop. Sin embargo, mi respuesta a los interrogantes que he anticipado en el Capítulo 1 de esta nota es NO. Evidentemente no es garantía para que el suceso acontezca, en principio -al menos- el artístico. Yes suele incursionar un quinquenio por década en el terreno de la música rock & pop, más accesible a un público masivo desde su retorno en 1983 (en los 80s. con "90.125" y "Big Generator"; varias veces en los 90s. con la saga "Talk", "Open Your Eyes" y "The Ladder") y no siempre con éxito comercial ó hits singles que trepen alto en los charts. Data de la cual es consciente el trío histórico (Howe, Squire y White), tuvo muy en cuenta T. Horn para laborar de modo inteligente una propuesta alternativa con "Fly From Here" (2011) y que un productor de la talla de R.T.B. tampoco le es/debe ser ajeno a su conocimiento. Hay aspectos que me llamaron la atención, además de la crítica al track "The Game": ¿Cómo puede ser que, contando con el responsable de las multicapas vocales de "Rapsodia Bohemia" y otras joyas de Queen, se haya tenido que recurrir a la pericia del amigo y multifacético ex-Yes Billy Sherwood? Les aclaro, anticipé también que su labor en esta faceta ha sido el anverso de la moneda (léase, un elogio, un reconocimiento hacia Billy) ... porque el reverso está representado en el interrogante que estoy planteando. Con sus credenciales pasadas, acaso ¿No tiene Roy Thomas Baker oficio suficiente para ocuparse él también de la faceta vocal, coral, etc.?. Uno puede apreciar su contribución en esas canciones directas y simples de las que habla Alan White pero, en Yes, hay que ir con mucha cautela en este tipo de material. Así lo han hecho Trevor Horn (productor "¡suceso!" con la banda), Trevor Rabin y el fallecido Bruce Fairbain con "The Ladder" (1999), un álbum excelente artísticamente considerándolo pero que no tuvo suficiente chance de serlo comercialmente. Componer y producir un hit single no ha sido algo de todos los días para la banda ó, como solía decir Jon Anderson, no puede ser algo forzado. En Yes es algo que no ocurre frecuentemente, si pensamos que entre "Owner Of A Lonely Heart" y "Rythmn Of Love"  hay una distancia de casi un lustro; lo mismo que con "Roundabout" y "Wonderous Stories". Si producir a Yes era una asignatura pendiente para ambas partes (Roy Thomas Baker y el trío histórico), escuchen este álbum y a la vista están los resultados. Cuanto mucho, si hubiera predominado material de la talla de "Believe Again", "To Ascend" y "Light Of The Ages", más alguna licencia con "The Game" (como para  “ceder” ante la Industria musical y tratar de colocar algo en los charts) hubiera sido considerado un buen álbum, disfrutable pero no revolucionario, como afirma Gustavo Bolasini.

Para concluir, Yes ha desperdiciado una oportunidad enorme con esta nueva entrega discográfica y el tiempo inexorablemente va dejando huellas, más que "la luz de los años" (parafraseando a Juano). El hecho que Roger Dean siga ocupándose del arte de tapa y la faceta gráfica, la presencia del logo legendario (con leves variantes de diseño y coloratura) y algunos guiños o clichés propios de su tradición musical ya no alcanzan, muchachos. No voy a entrar en esos juegos dialécticos tramposos del estilo "sin Jon Anderson no son nada", "extrañamos a Rick" o "volvé Patrick, ahora te comprendemos", bla, bla, bla.... Lo concreto es que la banda ha demostrado largamente en su trayectoria proseguir a pesar de tal o cual miembro, le guste o no guste a cualquiera; y, en el trayecto, ha reclutado y se ha capitalizado con nuevos e importantes talentos, músicos que (a su manera y con su personalidad) sumaron y no restaron a Yes. Volviendo a "Heaven & Earth", como fiel admirador de años que soy de Yes, no dudo un instante en adquirirlo para mi colección. Pero también, según afirmé en otros espacios virtuales, ya no espero un "Close To The Edge", "Fragile", "Going For The One", "The Yes Album" ó "Relayer" (si tengo en cuenta que se trata de una alineación con miembros de la Era Clásica de Yes). En tal sentido, adhiero a la "Doctrina de los Discos Disfrutables" de mi amigo Gustavo Bolasini: Los álbumes "revolucionarios" ya fueron hechos y puedo disfrutarlos las veces que quisiera, escuchándolos en mis distintos medios de reproducción. Tampoco "ese" álbum "clásico" que aún está latente allí, dentro de algún lugar de Yes -como solía afirmar Rick Wakeman- y que muchos fans ansían escuchar a modo de carta de despedida, el acto final. La cuestión es si este nuevo álbum es disfrutable o no lo es. Lo único que deseo es adquirir una obra discográfica digna de la estatura artística de músicos de esta talla y sus eventuales "nuevos" compañeros de ruta que aún pueden obsequiar porque tienen la capacidad y la experiencia a cuestas para lograrlo.

Hugo Lagar

Burzaco, 23 de Julio del 2014.

Notas:

[1] Reproduzco, a continuación, el párrafo completo de Leonardo Alvarez para que se comprenda el contexto de la oración citada expresamente:

"Y es que al parecer históricamente Yes fue una banda que siempre fue orquestada y dirigida por algún personaje fuerte, con una determinada visión de hacer las cosas, como Jon Anderson en los Setenta, o Trevor Rabin en los Ochenta. De ahí el que solicitarán ayuda en el 2011 a Trevor Horn, en busca de un director o hilo conductor que pudiera canalizar los diferentes elementos dentro de la banda, incapaces de orientarse por si mismos. Sin embargo, Trevor hoy por hoy se encontraba muy lejos de esa sensibilidad tecno-progresiva de comienzos de los ochenta, y Benoit sólo era una voz sobre el escenario. Sin embargo, Jon Davison ha devenido en un nuevo catalizador, capaz de crear el marco para aglutinar los diferentes elementos característicos de las diferentes individualidades musicales de la banda. Pero debemos tener claro que la personalidad y el modo de hacer las cosas es completamente diferente a Jon y Trevor, siendo más bien, este Davison un elemento más flexible, sutil y persuasivo, además de mucho menos pretencioso y más relajado, lo que se va a notar claramente al final de la suma, al no forzar o coartar al resto de los músicos de la banda."

En Leonardinsky  2.1: Yes - Heaven & Earth (2014). www.leonardinsky-2.1.blogspot.com.ar/2014/06/yes-heaven-earth-2014.html

[2] Opinión de Steve Howe en el micro-site www.heaven&heart.com

[3] "... No hay épicos en este álbum pero hay algunas largas piezas con intrincadas partes en ellas, hay algunos temas cortos también; las cuales van al grano directamente." . Alan White, en el micro-site www.heaven&earth.com

[4] En relación a "The Ladder", Steve opinó: "Billy solía decir en determinado momento que no sabía si alguna vez Yes había tocado algo tan comercial como este álbum. Y yo decía ´Si, pero no comercial en la forma en que Open Your Eyes lo era, esto es comercial en una forma más madura, no del modo ´por favor ¿Podes pasar mi disco en la radio?´ ...". Reproducción de una entrevista de Martin Hudson para Wondrous Stories. Revista Mellotron, Año 3, Nº 25.

[5] En una entrevista concedida a The Prog Report , Jon Davison reconoció que "... Nosotros finalizamos el álbum justo a tiempo. Teníamos que dejarlo. Nosotros finalizamos en el estudio, principalmente Chris y yo estuvimos allí trabajando en los coros. Steve había finalizado las guitarras, Geoff estaba en Gales y Alan en Seattle; y ambos aún seguían enviando temas. Alan tenía algo de percusión que hacer, así que nosotros estuvimos dejándolo todo en el último minuto. Y entonces, teníamos dos o tres días máximo antes de que tuviéramos que comenzar este tour . Así que finalizamos justo a tiempo. Las canciones aún tenían que ser mezcladas y Roy Thomas Baker comenzaría y lo que él iría a hacer es enviarnos muestras de mezcla y nosotros aprobarlas o hacer comentarios acerca de los cambios que sentíamos que eran necesarios. Sí! Esa es la manera que tenía que ser. Corrimos fuera de tiempo y teníamos que tomar la ruta."

[6] "Steve Howe". Entrevista por Laura Elliker, Jorge Duval, Alejandro Pizarro, Daniel Currado y Eduardo Bermúdez. Discover Magazine. Año 2. Buenos Aires, Diciembre de 1995. Págs. 16 y s.s.

[7] Opinión de Jon Davison, citada en el Micro-site de "Heaven & earth" dentro de www.yesworld.com y en la Entrevista de Nota Nº 5.

[8] Actualmente, Yes se encuentra de gira por Estados Unidos, bajo el título "Yes, U.S. Summer Tour 2014" (Julio y Agosto), y luego proseguirán por Oceanía (Australia) y Japón, en Noviembre. Si se ven los afiches promocionales y se lee la leyenda en el link Tour de la web page oficial, comprobarán lo afirmado: "... Yes estará tocando FRAGILE y CLOSE TO THE EDGE, en su totalidad, más fragmentos del nuevo álbum "HEAVEN & EARTH" y algunos grandes éxitos.". Es notorio cuando un álbum en estudio no es apreciado por la banda en vivo: tocan tres o cuatro temas, a modo de excusa, y se apoyan más en los clásicos de su pasado. Sucedió con "Union" (1991-1992) y "Open Your Eyes" (1997-1998): tocaron tan sólo dos, tres o cuatro temas, según el tramo de la gira.

[9] Reportaje a Rick Wakeman, por Martin Hudson para la Revista inglesa "Wondrous Stories". Reproducido en Mellotron Magazine. Año 2º Nº 18/19. Buenos Aires, Marzo de 1998. Págs. 16/17.

[10] Alan White en "Heaven & Earth". Sus opiniones en el micro-site, dentro de www.yesworld.com .

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