Faro

La Caja

Independiente  - 2005

Jorge Garacotche desarrolló durante su período como integrante y líder del grupo Canturbe, a principios de los ochenta, una música con neto tinte ciudadano, en donde las influencias de Spinetta, Litto Nebbia, Piazzolla o los Beatles, por citar a algunas, no hacía más que valorizar la calidad de la música que el grupo creaba. Tras la separación de dicha banda, Garacotche fundó La Caja, una agrupación orientada más hacia el rock y el pop. Pero en su tercer disco, La Caja se vuelve a inspirar en la temática ciudadana, dotándola en sus letras con ingredientes de cotidianidad, lo que vuelve a colocar a Garacotche como un gran retratista de pequeñas situaciones que hacen a los seres que habitan esta ciudad. Con Fernando Bellini en bajo, teclados y coros y Nicolás Volkind en batería y percusión, Garacotche (guitarras, teclados y voz) desarrolla algo que no es muy fácil encontrar en estos momentos: canciones con desarrollo musical y lírico que vuelven a remitirnos a las referencias antes citadas y que, como en aquel caso, no hacen más que agregar un plus a la calidad de los temas que componen Faro. Y es que en estos momentos, en que tantos productos y músicas prefabricadas y predigeridas, saturan el espectro musical, encontrar un disco de canciones desarrolladas con simpleza y ejecutadas con un alto grado de buen gusto, es un tesoro que hay que saber valorar. Canciones como Faro de náufragos, Mariana, Hecha en Lanús o Informe sobre ciegos son un muestrario en donde se puede reconocer la estilística del rock, a la que se suma la del tango, el candombe o la milonga. Con la participación de ilustres invitados como Walter Malosetti en guitarra (Faro de náufragos), Osvaldo Montes en bandoneón, José Ojivieky en piano (Milonga de Villa Crespo), Francisco Huici, en solo de guitarra (Reencuentro y Hecha en Lanús) y saxos y percusión (Viajero de lluvias y Corriendo en círculos) y Gastón Jalef en percusión, La Caja logra en Faro, expresar musicalmente un mundo cotidiano en donde las influencias de todo lo escuchado, lo leído y lo vivido por Jorge Garacotche (brillantemente sostenido por Bellini y Volkind) se plasma en un puñado de canciones, nada más ni nada menos que bellas y necesarias canciones. Así de simple.

Carlos Salatino