Corría el año 1976, el rock progresivo y sinfónico era un género masivo
Y reconocido en el ámbito mundial, y también en el cono sur de América.
Argentina desarrollaría bandas de culto como Invisible, Crucis, Alas
Espíritu, y una de gran sofisticación y sinfonismo llamada
LA MAQUINA DE HACER PAJAROS.
OBERTURA 777
Luego del desconcierto lógico producido por la disolución del grupo Sui Generis con un par de conciertos que masificaron al rock en Argentina, Charly García (ex integrante del mismo), había entrado en un período de incertidumbres y angustias.
Y tratando de canalizar esto, se volcó a proyectos diversos, como el efímero supergrupo “Porsuigieco” que nació como una reunión de amigos, Raúl Porchetto, Sui Generis (Charly García y Nito Mestre), León Gieco, para conformar una compañía editora (musical) y que terminó con formato de un disco y varios conciertos.
Los
vientos del rock progresivo y sinfónico golpeaban la puerta de García,
recordar el fantástico solo de teclados y piano en el concierto despedida de
Sui Generis, en la línea del Rick Wakeman de Yessongs, y los arreglos de
Instituciones (último disco de la banda) que ya insinuaba arreglos en elaborado
estilo, además de su reconocido gusto por Procul Harum o su banda de cabecera
The Beatles.
La idea de un nuevo proyecto en esta línea ya estaba en marcha.
AH,
TE VI ENTRE LAS LUCES
Oscar
Moro, ex baterista del grupo pionero del rock argentino en español “Los
Gatos” y de “Color Humano”
entre otros, le había
mencionado a Charly que quería trabajar con él en un futuro. Y fue el primer
convocado al nuevo grupo.
Existía
por entonces en el Buenos Aires de
principios de 1976, una banda formada por Pino Marrone en guitarras, Aníbal
Kerpel en teclados, Gonzalo Farrugia en batería y un joven llamado José Luis
Fernández que tocaba el bajo.
Este
joven abandonaría esa banda para unirse a García y Moro.
Como
dato curioso baste mencionar que el reemplazante de Fernández sería Gustavo
Montesano, mientras que esa banda mencionada sería Crucis.
BOLETOS,
PASES Y ABONOS
En
una sala de ensayo de amigos comunes comienzan a tocar como trío, Charly García
en teclados, Oscar Moro en batería y José Luis Fernández en bajo, para
debutar con esa formación en Córdoba, poco después.
En
ese show conocen a un fan, también músico, que tocaba guitarra, llamado
Gustavo Bazterrica, que se transformaría en el cuarto miembro del grupo.
Estaba
todo listo para el gran salto a la capital y a la masividad, pero la complejidad
musical que pretendía dar García necesitaba de mayor “musicalidad”,
invitan entonces a unirse al grupo a un quinto miembro, el destacado tecladista
Carlos Cutaia, ex Pescado Rabioso (recordar sus orquestaciones en el tema
“Crisálida” del disco “Pescado Rabioso
Con
el material suficiente para un disco (mucho del cual ya venía de Sui Generis),
comienzan a tocar en locales para no más de trescientas personas, para terminar
de afianzarse y testear los detalles finales, corría mediados de 1976.
Había
por esos años una simpática tira de humor gráfico, cuyo protagonista era un
tal “ García y La Máquina de Hacer Pájaros”, la coincidencia hizo que
adoptaran ese nombre para la banda, y el dibujante y humorista autor de esa
tira, llamado “Crist”, les hizo una graciosa historieta para la portada del
álbum debut, en donde el protagonista presentaba a la banda, definiéndola como
“ un pájaro progresivo”.
Con
ese material, totalmente escrito por García, aún en contra de lo que él
pretendía, ya que deseaba ser uno más adentro del grupo y no el líder, (pero
la cantidad y la calidad de su producción musical pudo más) se disponen a
grabar su debut discográfico.
Idem
Talent Microfón – Setiembre 1977 – 37:41
Temas
·
Bubulina
·
Como Mata el
Viento Norte
·
Boletos, Pases
y Abonos
·
No Puedo Verme
Más
·
Rock and Roll
·
Por Probar el
Vino y el Agua Salada
·
Ah, Te Vi entre
las Luces
Arreglos
y dirección: La Máquina de Hacer Pájaros
Arte
de Tapa: Crist
Oscar
Moro: Batería y accesorios
José
Luis Fernández: Bajo, contrabajo acústico, guitarra acústica y voz.
Gustavo
Bazterrica: Guitarras eléctrica, acústica y voz.
Carlos
Cutaia: Organo, mellotrón, piano y clave
Charly
García: Piano, sintetizador, piano Fender, clave, guitarras acústica y voz líder.
Disco
definido por las grandes líneas musicales, la elaboración, los contrapuntos
entre los dos tecladistas, el sinfonismo y el concepto del más puro rock
progresivo.
Desde
el simple tema estrenado por Sui Generis en su show despedida “ Bubulina”
ahora convertido en una pieza pletórica de líneas sinfónicas, cortes y
cambios de ritmo, temas melódicamente bellos rebosantes de guitarras acústicas
sublimes como “ Como Mata el Viento Norte” o “ Por Probar el Vino y el
Agua Salada”.
Piezas
más duras, con guitarras marcadas como “ No Puedo Verme Más” o “
Boletos, Pases y Abonos”.
Hasta
un “ sencillo rock” llevado a
cimas de arreglos y originalidad como “ Rock and Roll”, y la suite de once
minutos que cierra con broche de oro el álbum “Ah, te Vi entre las Luces”
pico y exponente claro del género.
Presentan
el disco entre el 17 y el 21 de Noviembre de 1976 en el teatro Astral,
sorprendiendo gratamente al público y a la crítica, un hito se había marcado
en la abundancia musical de ese año, con los discos: Alas (Alas), Libre y
natural (Espíritu), El jardín de Los Presentes (Invisible), Volumen 2 (El
Reloj), Transparencias (MIA), Polifemo (Polifemo), Crucis (Crucis), lo cual no
era poco.
¿QUÉ
SE PUEDE HACER SALVO VER PELICULAS?
Nace
un nuevo año, y con él La Máquina decide usar el sótano de un club social
del cual formaba parte Gustavo Bazterrica, como centro generador
y sala de ensayo.
Es
allí adonde comienza a gestarse la nueva música y lo que vendría.
Existía
por entonces una natural unión entre los miembros de la banda, tanto en lo
musical como en lo conceptual, todos naturalmente comienzan a producir ideas, y
las músicas van brotando naturalmente, como resultado de esto.
Casi
en paralelo, La Máquina sale de gira durante los primeros meses de 1977, por el
interior de Argentina, logrando un crecimiento en la popularidad y el prestigio.
Las
ideas musicales iban definiéndose, solo faltaba unirlas, y el “pegamento”
fueron las letras escritas por Charly, quien basándose en una gran pasión
por el cine, concibió una obra conceptual, basada precisamente en ello: El
Cine.
NO
TE DEJES DESANIMAR
Tiempos
duros se cernían sobre Argentina por esa época, lo más voraz de una dictadura
en el gobierno, la dificultad para
decir las cosas era mayúscula para los músicos, tomando como fondo al cine,
las letras de García reflejaban con su característica mordacidad de
periodista, esa cruda realidad imperante.
¿Qué
se puede hacer salvo ver películas?
Sentenciaba
Charly en el tema homónimo con meridiana claridad ante el agobiante medio que
lo rodeaba...
O
su crítica para la sociedad acomodada inmutable a lo que sucedía, en “ El
Vendedor de la Muñecas de Plástico”
“
Compren mi muñeca inflable
la
más dulce y más amable
de
las jugueterías terror
de
las industrias del amor
siempre
sonríe, siempre de buen humor
como
las chicas que se pasan la vida en las confiterías...”
También
estaba presente su dura realidad personal, (estaba e crisis de separación con
su mujer María Rosa Yorio) mostrada casi en carne viva en “ Ruta Perdedora”
“Sé
que vivir mucho, es mucho mejor
pero
sé también que mi vida es tan triste
como
un tonto me creí lo que dijiste
Nuestra
vida será blanca y buena
Nuestra
casa será verdadera
Nuestra
ciudad será hermosa desde hoy
Y
ahora escucho que la calle grita
Bienvenidos
a la ruta perdedora...”
Aún
así, en medio de tanta bruma, García creía que había una luz a la cual
aferrarse, y lo hacía saber, en el mensaje positivo (que tal vez haya servido a
muchos) y de gran belleza de “ No te Dejes Desanimar”
Nunca
dejes de abrirte
No
dejes de reírte
No
te cubras de soledad
Y
si el miedo te herrumbra
Si
tu luna no alumbra
Si
tu cuerpo ya no da más
No
te dejes desanimar...”
Siguieron
las giras por el interior, conjuntamente con la mudanza a una sala de ensayo, ya
que el sótano se inundaba cada vez que llovía, hasta que ingresan a los
estudios Ion a registrar su segundo disco, la obra conceptual “ Películas”
editada finalmente en junio de 1977.
La
Maquina de Hacer Pájaros
Talent
– Microfón – junio 1977 – 38:49
Temas
·
Obertura 777
·
Marylin, La
Cenicienta y Las Mujeres
·
No te Dejes
Desanimar
·
Que se Puede
Hacer salvo ver Películas
·
Hipercandombe
·
El Vendedor de
las Muñecas de Plástico
·
Ruta Perdedora
·
En las Calles
de Costa Rica
Grabado
en los estudios Ion, invierno de 1977
Arreglos:
La Máquina de hacer Pájaros
Diseño
Gráfico: Juan Oreste Gatti
Charly
García: Piano, sintetizador, guitarra eléctrica, órgano, clavinet, voz
Oscar
Moro: Batería y accesorios
Gustavo
Bazterrica: Guitarras eléctrica, clásica, acústica, voces.
José
Luis Fernández: Bajos, guitarra acústica, voces.
Carlos
Cutaia: Piano, órgano, ensamble de cuerdas, sintetizador, voces.
Este
fue un álbum marcado en lo musical, por la búsqueda, las mixturas, como en “
Hipercandombe” o la exótica “Qué se puede hacer salvo ver Películas”,
las siempre presentes bellísimas líneas melódicas finamente arregladas, en
“Marylin, La Cenicienta y Las Mujeres”, “ No te Dejes Desanimar”, o “
Ruta Perdedora”, las elaboradas partes instrumentales, abundantes en
estructuras y giros, como “Obertura
La
presentación oficial fue en el Teatro Coliseo, con una muy buena recepción,
pero el verdadero show fue un tiempo después en el Luna Park (lugar para unas
diez mil personas de capacidad), en julio de 1977, con el auditorio repleto,
donde brindaron un mítico show, vestidos de blanco y rodeados de candelabros.
RUTA
PERDEDORA
Finalizaría
así un año trágico para el progresivo, por la disolución de las principales
bandas y mayores exponentes del género (el principio del fin).
Así
desaparecen Invisible, Crucis, Espíritu, y al año siguiente Alas.
Lamentablemente,
La Máquina no permanecería ajena al fenómeno.
Los
roces entre Charly y el resto del grupo (especialmente con los más jóvenes),
se acentuaba poco a poco.
Gustavo
Bazterrica comienza a faltar asiduamente a los ensayos, en un estilo que los
requiere en grandísima medida, hasta que el concierto del 23 de Agosto de 1977
en Uruguay sería su última performance con el grupo, debido a que deciden que
ya no siga.
Eligieron
como reemplazante al guitarrista de la banda Bubu, Alejandro Cavotti, pero nada
sería igual, la química se había roto.
NO
PUEDO VERME MAS
Se
sucedían los conciertos y con ellos los cuestionamientos, ahora a García
(principalmente por su comportamiento en el escenario).
El
detonante fue el futuro tercer disco que empezaba a debatirse en el seno de La Máquina.
Moro,
Fernández, Cutaia y Cavotti, sostenían que cada miembro de la banda debía
componer dos temas del futuro trabajo, a lo que Charly se opuso terminantemente,
solicitando primero escuchar los temas y ver que material se elegiría para el
álbum.
Nos
decía Charly García en 1981:
“ La Máquina se separa porque querían hacer dos temas cada uno en el
Long Play, y yo no transé con eso, porque componer no es decir: componé
y sale, es algo fuerte.
Por
ahí un tipo puede tocar super bien algo, pero ¿componer? Y ya ves lo que pasó,
cada uno de los otros, ¿qué compuso?.
Tampoco
me quería poner en jefe tipo “yo compongo todo”, ya estaba podrido de ser
maestro de escuela, entonces dije “yo me abro, ustedes sigan con La Máquina”,
y me fui. A la semana se separaron.
Había
mucha inmadurez en algunos de ellos, y en un conjunto todos tienen que tirar
para el mismo lado.
Para
mí La Máquina fue un super grupo, tenía todo...
Y
“ Películas” me gusta mucho, está bueno, pero después de eso, se pudrió
todo...”
Epilogo
El
grupo sin Charly ensaya durante una semana hasta que de común acuerdo se
disuelve, Cutaia y Fernández encararían, con mayor o menor suerte una carrera
solista, Moro tendría que ver con un nuevo grupo junto García. Seru Giran
Charly
se va a una quinta con un amigo músico llamado David lebon (ex Pappo´s Blues,
Color Humano, Pescado Rabioso, Polifemo), lugar en donde toma cuerpo la idea de
hacer un festival despedida para Charly, que se iría a vivir un tiempo al
Brasil. Ese festival, mítico por cierto, despidió no solo a Garacía, ya que
se juntaron a tocar ex miembros de La Máquina, Crucis, y Sui Generis entre
otros, y se llamó el Festival del Amor.
La
Máquina de Hacer Pájaros dejaba un ingente surco de calidad y belleza, y dos
fantásticos discos que quedarían en la historia como parte del mejor rock
progresivo y sinfónico hecho en la Argentina.
Gustavo Bolasini