“August In The Urals”
Deluge Grander
Emkog Records – 2006
Deluge
Grander es una banda oriunda de Baltimore, Estados Unidos, formada por Dan
Britton (teclados, composición, ocasionales guitarras y voces) y Patrick
Gaffney (Batería) a partir de su
anterior banda Cerebus Effect, con el objetivo de hacer rock sinfónico clásico
arrancando por el material que Dan estaba elaborando.
Luego
se suma a la idea el guitarrista Dave Berggren quien realiza importantes aportes
creativos, hasta que se completa el proyecto con Brett d´ Anon en bajo y su tío
Frank d´Anon en instrumentos incidentales.
Graban
este trabajo de concepto “August In The Urals” en sus casas y lo mezclan y
masterizan en un estudio lanzándolo finalmente en 2006 por el sello
independiente Emkog.
Y
se trata de un gran trabajo, como dijimos antes, de rock sinfónico, de sonido
clásico que remite (sin ser retro) a los setenta, constituido por cinco suites,
“Inaugural Bash” de veintisiete minutos de duración, con partes
crimsonianas intrincadas en su primera parte, momentos oscuros cuasi góticos en
otra y bajos “alla Chris Squire”.
La
segunda suite que titula al álbum destaca teclados genesianos y partes cercanas
a “La Fuente de Salmacis”, y partes que remiten a Yes con grandes
performances a lo largo de sus dieciséis minutos de duración
La
tercera suite de casi trece minutos “Abandoned Mansion Afternoon” destaca
climas “alla Van Der Graaf Generator”, con partes cantadas por Dan con voces
graves y oscuras muy operísticas logrando una gran emotividad.
Siguen
los dos últimos temas “cortos”, el magnífico e intrincado “A Squirrel”
sumamente logrado, que remite al Crimson de Red, un punto muy alto de la obra de
casi nueve minutos, cerrando los casi ocho minutos de “The Solitude of
Miranda” casi festivos, con toques celtas, muy vivaz y con pasajes muy
potentes, cerrando una gran obra del mas puro rock sinfónico.
Completa
la idea general las muy bonitas ilustraciones, del librito interno, cinco, una
para cada suite indicando la idea que transmite cada una, realizadas por Thomas
Cole.
Un
recomendable trabajo especialmente indicado para los amantes de los sonidos clásicos.
Gustavo Bolasini